Por: César I. Falla Figueroa*
El nivel de inseguridad que estamos viviendo
los peruanos, es realmente espantoso y alarmante. Crímenes, asaltos,
extorsiones, amenazas de muerte a nosotros y/o a nuestras familias, son el pan
de cada día. Ya ni en la puerta de nuestra casa podemos estar a salvo, porque
también ahí somos víctimas de esta pesadilla. Cámaras de seguridad que muchas
se encuentras inoperativas, por ilusas razones de coordinación con la policía y
en otros casos por que aún faltan instalar, es una de las motivaciones por la
que el concepto de seguridad en el Perú, se está perdiendo.
Urge, una acción conjunta de los propios
vecinos con la policía, a manera de lo que podría llamarse brigadas ciudadanas,
que se constituya en complemento y soporte a la labor que realiza el serenazgo
en las calles. Lo primero que podría hacer la policía es concientizar a la
población de su importante rol en este tema. El pueblo no puede estar ajeno a
este proceso, que por su gravedad debería ser enfrentado en un corto plazo. La
ciudadanía necesita empoderarse en esta lucha por la seguridad con el apoyo
pleno de las fuerzas armadas y de todo el Estado.
Un punto aparte en esta reflexión, es para el
Ministro del Interior, esta autoridad debe ser designada con mucho ojo crítico,
debe tener un perfil muy riguroso en cuanto a carácter personal y a su competencia
profesional. Podemos señalar que esta personalidad tiene que ser una persona
íntegra, con sólidos valores y con solventes conocimientos en gestión pública y
privada, con una acentuada orientación a la resolución de problemas, para que
genere las condiciones a fin de despertar el espíritu propositivo en sus funcionarios
y puedan desarrollar iniciativas en el desarrollo de las actividades. Quien
esté al frente de esta cartera ministerial, se debe caracterizar por su
determinación, coraje y visión de futuro. Necesitamos un líder que le imprima
sostenibilidad a las políticas de este sector.
Los representantes de los partidos políticos,
también juegan su rol. Considero que ante la ola de asaltos, crímenes y el
estado emocional de la ciudadanía alterado y con gran preocupación, los líderes
políticos tienen mucho que decir, dada la experiencia que han podido tener en
la gestión pública y la solvencia de los técnicos en seguridad ciudadanía que
cada uno de los partidos recluta. Palacio de Gobierno, tiene que abrir las
puertas, pero de forma sincera, responsable y consecuente a las propuestas que
se brinden. Con este gesto, estoy seguro que el Perú ganará.
Una de las agendas pendientes, es el Comité
de Seguridad Ciudadana, que al inicio fue liderado por el presidente Humala y luego
con el pasar de los meses, dejó esta responsabilidad; hecho que por los
resultados a tres años de gobierno considero fue un error. Ya que era muy
importante para el país que el mandatario esté al frente de este proceso, más
aun empezando su gestión. Fue una oportunidad irrepetible para concertar
acciones con los gobiernos subnacionales a ejecutar en el corto y mediano
plazo. La labor de este Comité es plantear propuestas de ley que pongan coto a
las fechorías de los corruptos, que se apoyan en fallos judiciales leves y que
los hace regresar por el mal camino. Se
requiere también leyes para erradicar a los malos elementos que pisotean la
tranquilidad del ciudadano de a pie y la imagen del Perú, ante los ojos del
mundo.
“Quiero quitarle al ciudadano el miedo a
salir a las calles”. El ministro Miguel Urresti, ha querido tomar el toro por las astas y ha
expuesto las siguientes medidas, que quiere realizar en lo que va significar su
tiempo al frente de este complicado ministerio, entre las que podemos señalar::
Policía operativa y más agentes en las calles. Nuevo sistema de abastecimiento
de combustibles. Premio a los policías que intervengan más choferes ebrios.
Reforzar la inteligencia investigación criminal y la esperada Reforma policial.
Esperemos que Urresti, le dé en el ejercicio de sus funciones, un horizonte a
la institución que representa en la batalla contra la inseguridad ciudadana. Una
de las decisiones que aplaudimos de la flamante autoridad ministerial, es el mantenimiento
a todas las comisarías del país, ya que en honor a la verdad el estado de buena
parte de las comisarias es por decir lo
menos, deprimente y vergonzoso. La realidad es que carecen de equipos de cómputo,
cuentan con instalaciones muy desmejoradas, y con servicios higiénicos que
dejan mucho que desear. Y lo más contradictorio es que se contradice con el
nivel de crecimiento alcanzado por nuestra economía.
Las causas de la inseguridad son múltiples;
una de ellas, es sin duda, el desempleo. Los sujetos que injustificadamente,
arrebatan los bienes y agreden físicamente, son resultado de la falta de empleo
o la ausencia de una estabilidad laboral que le permita al ciudadano
garantizarle un trabajo suficiente para cumplir con la canasta familiar. La falta
de educación, es otra razón fundamental por la que este cáncer social, sigue en
aumento. La ausencia de una formación personal y estudiantil; genera
delincuencia, agresividad y por ende total inseguridad. La cultura, es otra
razón por la que tenemos que trabajar día a día, esta visto como un espacio
distan para muchos peruanos, su carencia suscita acciones delictivas en gran
proporción y altos niveles de agresión ya que no hay conciencia ni razón que
pueda detener la agresividad. Pareciese que esto fuera proporcional; a menos
educación y cultura, más se ve en incremento la delincuencia y la criminalidad.
E necesario reactivar de alguna manera lo
acordado y señalado en el Acuerdo Nacional de Gobernabilidad, respecto a la
creación del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, el que está conformado
por: el Presidente de la República, el Poder Judicial, Ministerio Público, el
gabinete ministerial y las autoridades regionales y locales. Lo que queda en adelante, es poner mucho más
énfasis al trabajo preventivo. Todo los peruanos decentes y de buena voluntad
tienen que estar unido frente a este
flagelo. No podemos permitir que estos antisociales se apoderen de las calles y
que hagan de nuestro país, tierra de nadie.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
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