Expresión de Juventud

Expresión de Juventud
En una de mis actividades profesionales como comunicador organizacional, al servicio de mi país.

Monday, August 25, 2014

Esther Figueroa Figueroa: Para Mamá hacia el infinito…

 Por: César I. Falla Figueroa*

Ya han pasado 03 meses de tu partida, de aquella noche que nunca se borrará de mi mente, en la que tu enfermedad y tu palpitar no pudo más. Jesús decidió de que vayas a su lado, para que goces del descanso eterno y de su reyno que bien ganado lo tenías, hace ya mucho tiempo atrás. Noche que fui testigo de tus últimas palabras y presencie tu rostro imperturbable, humilde, noble y generoso, cuya esencia de vida, ya se había transportado al infinito. Fue la noche que partiste a la eternidad y a mí solo me quedo respetar y comprender este designio.

El Día de la madre y el 14 de mayo, fecha de tu cumpleaños, será por siempre un día muy especial para nosotros, como cuando estabas en la tierra, pero hoy cobra una connotación mucho más grande e inconmensurable. Fue un día en el que reafirmamos nuestro compromiso con lo que significó tu obra y con el cariño y el profundo amor que tú valiente y mítico corazón, nos pudo ofrecer.

Desde aquel histórico 24 de enero; tu imagen, tu legado, tu vida; se encumbra como una figura legendaria y épica, que durante tu existencia física, fuiste construyendo con lucha, sacrificio y amor. Mamá, somos y seremos fieles herederos de lo que representó tu vida, hecha leyenda; continuaremos ese camino, aquella ruta que tu trazaste y que estoy seguro nos llevará al éxito.

Te confieso mamá que, por más tranquilidad que sienta mi alma, es difícil para mí levantarme todos los días y no verte conmigo; pero sé que tu espíritu y la contemplación de tu recuerdo vivirá de manera sempiterna conmigo. Son aquellos dos componentes que serán mi oxígeno y me mantendrán vivo y muy firme, hasta que Jesús decida mi partida. Mamita te doy mi palabra que lucharé por vivir; solo con el propósito de hacer tu voluntad, honrar tu memoria y elevar tu nombre al sitial más alto que es donde tiene que estar.

Gracias Mamá por tus regalos de navidad, por tus palabras de cariño, por tu infinito amor, por el vaso de leche que me brindabas cuando niño por las noches, por los dulces maravillosos que preparabas para nosotros y para el gusto de tu esposo, por tus preocupaciones cuando enfermaba, por presentir mis problemas, que solo tú lo podías encaminar, por escucharme cuando quería una opinión y un consejo, siempre acertado y pertinente de tu parte. Gracias por aquellos almuerzos especiales de sábado y domingo, con esa sazón, poseedora de un sello inigualable y simpar. Por ese abrazo eterno de cada 15 de abril, en mi cumpleaños. Por esa esa pelota de colores preciosa que tu amor me regaló y que se convirtió en un ícono de la infancia de este comunicador. Por esa palabra de aliento y por hacer de mí, tu hijito querido, a tu imagen y semejanza.

Aún recuerdo aquellos viajes a Ecuador, cuando llegabas de madrugada y te recibía con un abrazo y traigo a mi mente a aquel instante cuando me trajiste un reloj celeste hermoso, que con el tiempo, se convirtió en uno de los recuerdos más lindos, que mi niñez pudo registrar. Sabes cuánto me gusto y sabes también, que lo guardé hasta el infinito en mi corazón.

Solo nuestra familia sabe los problemas que hemos tenido y que tu estuviste siempre al frente, enseñándonos con tu accionar; como había que enfrentar los problemas y que había que hacer para llegar a su solución. Recuerdo cuando nos desalojaron de la casa de mi querida Av. Sáenz Peña, cuando tuvimos que ir a casa de la abuelita Evelina y al día siguiente; tu creatividad, inteligencia y empuje, nos hizo testigos de aquella humilde y trascendental labor que habías decidido emprender.

Te extraño mucho Mamá, nada ni nadie me consolará y soy sincero, en decirte que muy en mis adentros, no quiero ni busco consuelo. Solo quiero tu presencia intangible sea mi mayor compañía en la vida. Tu memoria estará presente en todo momento y siento cada día al abrir mis ojos que tengo un compromiso contigo; un compromiso de continuar tu camino, de que tu vida siga trascendiendo, de que tu palabra se verbalice hasta mi muerte y que tu mensaje, tal vez, llegue a la inmortalidad, para las próximas generaciones.

Te comparto mamá que en una de las visitas que hago a tu tumba, te sentí presente en el aroma de aquella rosa blanca del ramito que con todo mi afecto te ofrezco. Son esos detalles que me hacen sentirte muy cerca y que alimentan mi alma y que no hace desmayar ni morir mi fe, de que estarás a mi lado, por siempre. Éramos inseparables y así estaremos, hasta la eternidad.

Tuve la suerte de heredar cosas importantes de ti. Herede tu carácter, tu ejemplo y la educación que cultivaste en mí. Estos componentes me permitieron sobrellevar este difícil momento y luchar ante las múltiples adversidades que se han presentado en mi vida. Gracias a ese bendito carácter que el creador imprimió en ti, aprendí a que todo cuesta conseguir en la vida, a que nadie te regala nada y si las condiciones son difíciles, tienes que sacrificarte para lograr lo que te propones.

Te comento, que Papá está tratando de ocupar el espacio que tú has dejado en la tierra. Te pido mamá, que ilumines su vida; dale la sabiduría que requiere, para que se mantenga firme como eje de nuestra familia y que Jesús y la vida le permita, ver nuestros avances y progresos. Sé que por el inmenso cariño que le tenías a tu fiel compañero, lo harás; es más creo que ya lo estás haciendo. Te expreso con todo el amor del mundo, que todo el esfuerzo que hacemos, lo hacemos en tu nombre; para que desde el cielo, te sigas sintiendo orgullosa de tus hijos y de tu entrañable esposo y sigamos los pasos del sendero del éxito, que tu determinaste para nosotros. Confía en mi palabra, es difícil pero así será y que el dolor y la pena que hoy existe entre nosotros, se convertirán en un recuerdo bonito, con alegría y con la esperanza perpetua de un futuro mejor.

* Licenciado en Ciencias de la Comunicación







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