Por: César I. Falla Figueroa*
Fue
una de las mañanas sabatinas, más sublimes e importantes en mí vida, una
jornada en la que fui testigo “in situ” del talento y esfuerzo de un grupo de
niños y adolescentes que solo merecen de
este servidor, mi mayor respeto y consideración. El pasado, sábado 14 de junio
se realizó la premiación del Concurso de Cuentos “Benjamín Franklin”, evento
que fue realizado por el Club “Amigos de la Biblioteca” de la Biblioteca (del
mismo nombre del concurso) perteneciente al Instituto Cultural Peruano –
Norteamericano.
Esta
simpática competencia, que tuvo como propósito fomentar la creación literaria
en nuestros niños y adolescentes, contó con tres categorías de participación: la primera categoría (de 8 a 10 años), la segunda
categoría (de 11 a 13 años) y la tercera categoría (de 14 a 16 años). La
temática central de este concurso, estuvo enmarcada en valores como: Trabajo,
respeto, honestidad, responsabilidad, humildad, puntualidad, solidaridad,
amistad, amor y civismo; extraordinarios para el desarrollo personal y
estudiantil de nuestra infancia, adolescencia y juventud.
Para satisfacción de la entidad organizadora y el jurado, conformado por:
la destacada educadora, Mag. Maria Henckel Sime, mi gran amigo el ilustre
escritor, Prof. Carlos Bancayán Llontop y este servidor; en quienes hubo una
más que aceptable coincidencia en la elección de los premiados, siendo los
siguientes: José Alfaro Rojas con el cuento “Laura La Huerfana” (Primera
Categoría), Fernando Alvarado Guerra con
el cuento “El Puente de la Sombra” (Segunda Categoría) y María Jiménez Paredes
con el cuento “Amor y Solidaridad en el Ilucan” (Tercera Categoría).
En el “Puente de la Sombra” puedo valorar el nivel de misticismo que
encierra la obra. Trata de una joven de nombre “Linda”, víctima de una
travesura de niños, con resultados fatales; que murió producto de un penoso resbalón
de un puente. Desde aquel día de su partida, los niños que provocaron la muerte
de “Linda” que se atrevían a pasar por ese camino encontraban un destino
fatídico en el que estaba presenta la imagen de la fallecida. La historia
cambia, cuando un chico de la zona, decide armarse de valor y enfrentar aquel
fantasma en búsqueda del famoso collar
que tanto reclamaba la niña y que lo podría dejar en paz.
Otro de los cuentos que llamó poderosamente mi atención fue el cuento
“Laura La Huérfana”, un relato muy conmovedor que cuenta la historia de una
niña que por el infortunio queda huérfana con sus tres hermanos, en medio de
una situación económica difícil, en búsqueda de un futuro diferente viaja a la
ciudad de Lima en la que ve la forma de salir adelante y en la que logra
conquistar el éxito, gracias a su empeño y creatividad, hecho que la llevó a
conseguir una beca para estudiar en España, así como instalar su propio
negocio, alcanzando niveles de ventas muy satisfactorios. En tanto que el
cuento Amor y Solidaridad en las faldas del “Ilucan”, fue una de las
producciones literarias que me dejó encandilado y que se desarrolló en las
faldas del esplendoroso Cerro Ilucan y que nos comparte la íntima relación de
una tierna niña con su abuelita y que nos habla a su vez, de la importancia de
la unión familiar, fundamentada en el amor, conectados con la pureza del
ambiente donde se produce la historia.
Un hecho especial, que sucedió aquel sábado fue cuando los ganadores
pasaron al frente y leyeron sus fantásticas obras, aquí pude advertir adorables
voces infantiles, llenas de inocencia y ternura, con un plausible y atinado
respeto por los signos de puntuación.
Así como pudimos apreciar la gran capacidad oratoria de una de las
participantes, reconocidas en este acontecimiento.
Una mención honrosa merece el cuento “Pachi Lu y la Casa Vieja” de Ángela
Fiestas Zelada, una historia que me encantó, y que narra la historia de un niño
de nombre “Pachi Lu” algo rebelde con mamá que un día recibe un llamado que
emerge de las entrañas de un bosque, específicamente de una casa vieja que
extrañamente se encontraba en dicho lugar, motivando una sensación de horror,
dándole una lección al pequeño por su reprochable comportamiento con su
progenitora, producto de una oportuna reflexión, después de la desagradable
experiencia vivida. La infantil producción, promueve el maravilloso valor de la
obediencia.
Una vez más, felicito a los integrantes del Club “Amigos de la Biblioteca”
de la Biblioteca Benjamín Franklin del Instituto Cultural
Peruano – Norteamericano, por tremendo emprendimiento. Estimo que eventos de
esta naturaleza deben ser respaldados por nuestra población y por aquellas
instituciones, vinculadas a la promoción artística y cultural de nuestro
departamento. Deseo de todo corazón que iniciativas de este tipo, se vayan replicando para beneficio de
nuestro pueblo. Un pueblo que necesita de esta labor, para alcanzar su
verdadero progreso y bienestar. Agradezco al Club, por invitar al suscrito a
esta jornada, fue todo un honor participar de este certamen. Gesto que atesoro y
que me compromete aún más con sus trascendentales propósitos. Me encantaría, seguir
acompañándolos en este proceso y ser parte activa del notable esmero que le
imprime dicho equipo de trabajo y que amerita nuestro total apoyo.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
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