Por: César I. Falla Figueroa*
En mis tiempos de universitario, más o menos cuando cursaba el cuarto ciclo, mi profesor José Pastor; nos hablaba de un tema que para comenzar, hasta por el nombre me llenó de inquietud, se trataba de la “E - du – comunicación”, un término que me gustó desde el inicio y me eché a investigar. Si hablaba de educación, algo bueno me esperaba por conocer. La investigación que hice en internet, era muy básica, se complementó con algunos alcances que mi gran amigo y maestro Pastor Balderrama me pudo dar, dada su amplia experiencia en este campo, (por aquel tiempo) con lo que había conseguido era suficiente para tener conciencia de lo que se trataba, conocer su propósito y tener claro de lo que había que promover, como futuro comunicador profesional.
Y es así, como parte de mi modesta
trayectoria como comunicador y ahora como docente universitario en el campo de
la Tutoría, se ha visto vinculada directa e indirectamente con la
educomunicación, sino en todos los espacios comunicacionales en el he
participado, si en parte de ellos. Allá por el año 2001, tuve la oportunidad de
formar parte de un programa radial, muy de mañana tenía por nombre “La Voz del
Pueblo” en la desaparecida y entrañable Radio Star de la Av. Sáenz Peña, luego
vino Radio Santa Victoria; en el programa “Culturama” en el que dirigir y
producir el segmento “Cultura Política”, que buscaba forjar una sociedad
lambayecana; comprometida con el desarrollo de su localidad, su departamento y
su país.
De vuelta a Radio “Star” participé en el
espacio periodístico “Impacto Regional”
con un espacio de comentarios que tenía como finalidad generar opinión y
aportar al desarrollo cívico y cultural de los pueblos, posteriormente llegó
una experiencia fantástica en Radio Universitaria, a través del programa
“Educación en Democracia”, en el que se realizó un trabajo fundamental, en
favor del avance social y educativo de la población lambayecana, dialogando
sobre diversos aspectos de la agenda local.
Mi última experiencia en radio, fue “Estación
Caribe”, una plataforma virtual que significó, una apuesta periodística
interesante, en la cual me permitió dirigir un programa juvenil, de nombre
“Presencia Juvenil” que tenía como objetivo propiciar la participación
ciudadana en la juventud de nuestro departamento. La vivencia fue
indescriptible, cada tarde de fin de semana, era un dialogo abierto con jóvenes
que cumplían una activa labor en organizaciones sociales, además de notas e
informes que tenían una decidida orientación formativa en este sector de la
sociedad.
En periodismo escrito, ha sido, no cabe duda
la de mayor satisfacción, aquí puedo rescatar la vivencia en la Revista
Cultural “Ahora y Siempre”, en el que (desde hace varios años) soy su
articulista, escribiendo sobre temas de carácter social, cultural y
empresarial, con un considerable tenor educativo, muy afín a los lineamientos
de este notable medio de comunicación. Así como la extraordinaria experiencia
en el Semanario Regional “Expresión”, medio que acoge esta columna
periodística, que se constituye en un capitulo determinante en mi formación y
en mi quehacer profesional. Es desde esta tribuna que trato de promover
valores, críticas con propuestas, reflexiones sobre diversos temas y forjar una
ciudadanía consciente de su compromiso con el progreso y desarrollo de los
pueblos, a partir del papel que debe desempeñar como agente de cambio social.
Para los comunicadores, la educomunicación
está definida como la acción de educar, a través de los medios de comunicación.
Tal y como lo realizan diversos espacios locales, como el diario La República a
través del Suplemento “Apunte Educativo”, La Industria con “Lundero”, Radio
Universitaria en sus diversos programas (dado el perfil de la institución que
la promueve). Y muy en especial el Semanario “Expresión”, que asume en gran
medida su rol como generador de contenidos que están dirigidos a transformar la
colectividad; haciéndola protagonista de su propio destino, fomentando valores
y gestando su incursión en las demandas y alternativas de solución ante los
diversos problemas que acontecen en nuestra localidad, además de atender la
agenda a resolver y los desafíos que hay por plantear.
La educomunicación, cuenta con una notoria
visión global, a partir del involucramiento de la población en la defensa de
los derechos humanos, la multiculturalidad, el cuidado del medio ambiente, la
promoción de una cultura de paz, la libertad de expresión y los temas propios
de educación y comunicación social. Es pertinente mencionar que esta actividad,
es concebida en un contexto de cambio cultural, revolucionario, dialógico,
dialéctico, global, interactivo; en la que los comunicadores – educadores y
receptores – estudiantes, se enmarcan en un enriquecedor proceso de enseñanza –
aprendizaje. Entendido como una experiencia de aprendizaje compartido entre los
que se comunican entre si, como parte de la construcción del hecho educativo;
cuya finalidad es ejercitar el pensamiento crítico, ante nuestra realidad.
Los nuevos ciberespacios, son conscientes del
sentido dialógico, solidario, personal e intercultural, conduciendo la
comunicación hacia los procesos sociales, a partir de la reflexión colectiva,
la participación y en el afán de vivir en comunidad, haciendo los esfuerzos por
dar solución a los problemas de nuestro entorno y del país en su conjunto. Es
conveniente señalar que tanto el educador, como el profesional de los espacios
comunicacionales, son considerados mediadores en el relevante proceso de
comunicación educativa. Cabe mencionar que este fenómeno se encuentra en
permanente construcción, estimulados por el permanente proceso de cambio social
e innovación tecnológica existente. Por ello, la educomunicación se constituye
en una agenda trascendental por emprender por parte de los comunicadores,
aprovechemos esta gran oportunidad.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
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