Por: César I. Falla Figueroa*
Si bien es muy modesta mi experiencia en la
docencia universitaria, pero hasta hoy puedo decir que este apostolado, ha
marcado mi vida. La maravilla de tener la posibilidad de compartir con los
estudiantes; mis vivencias en el ámbito social, académico y profesional, es un
regalo de Jesús. Esta pequeña pero valiosa experiencia, la puedo calificar como
muy significativa, ya que es motivante apreciar como los estudiantes escuchan
con mucha atención lo que los docentes; de manera noble, responsable y
consecuente, le brindamos.
Hay estudiantes, que en el camino, van
generando una relación de amistad y de mucha cordialidad, engarzada con el respeto,
consideración y admiración mutua; que engrandece el vínculo afectivo y que da
la confianza suficiente para que el proceso de enseñanza tenga buenos
resultados, en la que el docente, da la apertura necesaria para que reciba de
sus estudiantes; sus críticas, aportes e inquietudes, muy naturales en los
jóvenes. Al hablar de enseñanza universitaria, uno de los factores que tenemos
que partir es en la vida del estudiante, hay muchos jóvenes en nuestro
departamento, que vienen de localidades como: Chota, Cutervo, Celendin, Jaén,
Bagua, entre otras; que viven solos, en pensiones, sin la presencia de sus
padres y que varios de ellos se valen por sí mismos, porque solventan sus
gastos personales y sus propios estudios, con el trabajo que comparten con su
labor estudiantil.
Es ese fenómeno el que determina la vida de
esos jóvenes, porque una vez iniciada las clases tienen que adaptarse a nuestra
localidad y a la propia universidad donde hayan optado estudiar; tratando de
comprender sus ritmos, sus normas, sus códigos, su cultura y las particularidades
de su gente. Hay que considerar este aspecto, ya que este hecho trae sus
consecuencias y que se ponen en evidencia en el aula. De otro lado, la familia,
de tenerla cerca, es una comunidad que influye en la vida del universitario, el
papel que juegan los padres es clave en este proceso. El acompañamiento, que
ejercen sobre el rendimiento académico y lo que significa la vida de su hijo en
la universidad es sustancial, pues el educando se ve respaldado y hasta
estimulado en esta linda etapa de su vida, claro, siempre y cuando lo que
estudie, sea su verdadera vocación.
Otro elemento a analizar, es el nivel de las
escuelas donde provienen. Muchas de estas escuelas son públicas, la mayoría de
ellas con un bajo nivel académico. Y sustento ello, porque vemos a diario; faltas
ortográficas, carecen de una formación lectora, carecen de un nivel cultural
decoroso para afrontar la vida universitaria, carecen de temas de conversación,
una pobre capacidad reflexiva, ante un tema que amerita socializar y recoger de
cada uno de los estudiantes sus impresiones y aportes. La idea es que en la
universidad, los jóvenes promuevan sus capacidades y destrezas y no partan de
cero, como se ve en muchos casos.
La realidad, es que el joven universitario
del Perú y tanto la población de Chiclayo como Lambayeque en su conjunto, no
está exenta de esto. Es una juventud que desde muy niños no han tenido una
educación que los cultive en la lectura y menos aún en la comprensión de
textos. Que a duras penas, resiste la lectura de una separata y que el
resultado de esta experiencia, es muy básica para las expectativas que se fijan.
Los universitarios de hoy, tienen una formación audiovisual; sus sentidos están
vinculados: a la internet, al ipod, a la tablet, la laptop, el mp4; a escuchar
y a familiarizarse con melodías que no ayudan mucho a su proceso de formación,
todo lo contrario, producen un gravísimo retroceso. Hasta cierto punto (lo
último expuesto) está bien, es parte de la avanzada tecnológica, ese es su
mundo y los docentes (de una formación distinta) tenemos el desafío de entrar a
ese mundo y tratar de complementarlo con otros elementos, que en realidad deben
ser la base de su aprendizaje como: los libros (en físico, la experiencia es
distinta), el diálogo, la buena conversación; pero lamentablemente ya no ocupan
en sus vidas, el lugar privilegiado, que ocupaban décadas atrás.
Hay que detenernos a pensar en la situación
del docente, hay profesionales que hacen su mejor esfuerzo por ser mejores, por
capacitarse, por ganarse la confianza de sus estudiantes, por comprometerse con
su desarrollo, haciendo un poco la función de tutor, así en el papel no nos
corresponda. Pero hay otros, y son buena parte de ellos; que no investigan, se
limitan a sus horas de clase, no tienen interés por publicar libros, memorias,
artículos, creen que con los conocimientos convencionales que proporcionan a
sus estudiantes, basta y sobra. Esperemos que esa actitud cambie con el tiempo.
En el proceso de enseñanza - aprendizaje, si nos toca hablar de temas como
valores; es mejor dar más énfasis a los hechos que a las palabras (esto
dependiendo de los temas a tratar), hacer de esta enseñanza un acontecimiento
vivencial. La idea es que con tu ejemplo como docente le brindes una prueba contundente
de lo importante de la responsabilidad, de la puntualidad, de la honestidad, de
la disciplina; en su vida diaria. Recuerda que alguien dijo que el maestro es
un paradigma a seguir, para sus estudiantes.
Un indicador preponderante, en este ámbito es
la renovación de la curricula académica, siempre es menester que este en
sintonía con los tiempos actuales y de acuerdo a las exigencias del mercado
laboral. A los estudiantes hay que orientarlos, sobre todo a los jovencitos de
los primeros ciclos, ante tentaciones como: las drogas, el alcohol, las malas
compañías y las malas influencias, las redes sociales (mal utilizadas), la
ausencia de una cultura en valores; es muy oportuno la dirección que le pueda
imprimir el catedrático, que tiene que comportarse como el hermano mayor, el
amigo que este frente a ellos en su aula. Es importante darle un horizonte al
joven universitario, de acuerdo a las carreras profesionales o a la situación
en la que nos encontremos. Tengamos en cuenta que el joven, piensa en el
presente, no se preocupa por el pasado y no esta tan pendiente del futuro.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
No comments:
Post a Comment