Por: César I. Falla Figueroa*
Cuando el Santo Padre, apareció en la portada
de la mundialmente conocida publicación norteamericana “Rolling Stone”, me dije
a mi mismo y a algunos amigos “Francisco I, sí que puso a la iglesia de vuelta
y media”. Confieso que la noticia llamó mucho mi atención, no por la otrora
figura del cardenal argentino, sino por la presencia del sumo pontífice en una
revista de corte musical. Francisco I, le trata de imprimir a la Iglesia una
dinámica distinta a la organización católica, de tiempo atrás; más dinámica,
más alegre, más cercana al pueblo católico y no católico. No me atrevo a
comparar al ex arzobispo de Buenos Aires, con su predecesor Juan Pablo II, pero
Francisco I tiene un carisma muy especial, que atrae a cualquiera. Uno de sus
gestos de humildad, más emblemáticos que llega a mi memoria; es su decisión de
no vivir en el palacio papal, optando por quedarse en la habitación de
huéspedes del Vaticano.
Es impresionante, como el destino nos tuvo
preparado a un Papa, tan empático y tan especial con la gente, con
improvisaciones como; besar a niños y enfermos, lavando los pies a los presos,
acariciando a personas con el rostro desfigurado, sus frases del día en el
ciberespacio; son una muestra de ello. El sucesor de Pedro en la Iglesia, tiene
un estilo de hablarle al pueblo muy propio; con claridad, sencillez y siempre
con una comunicación que te invita a la reflexión y a la acción; continuando
con mucho entusiasmo su tarea evangelizadora por el mundo, dejando en claro,
que nadie debe quedar excluido de esta obra. Esa es la manera como el jefe de Estado
del Vaticano, interactúa con la comunidad, de modo eficaz y esto hace que siga
ganando voluntades.
El primer Papa jesuita, sí que va en ritmo
con la tecnología. Hace poco, vimos con mucho entusiasmo como Francisco I; era
parte de un famoso selfie con unos jóvenes peregrinos; así como su inclinación por
las redes sociales, como: facebook y twitter. Se estima que cada tweet de Francisco es retwitteado por
más de seis mil personas; en la actualidad la cuenta del Papa, cuenta con un
aproximado de cinco millones de seguidores. Esta es una de las evidencias que revelan
un Papa que sintoniza con los tiempos actuales y con el lenguaje de la juventud;
que tanto necesita de un mensaje de paz y esperanza de su Santidad.
Jorge Mario Bergoglio, es una caja de
sorpresas; una de ellas (al menos de los que no sabíamos de su predilección) es
el hecho de ser parte de la gran hinchada del San Lorenzo, de su país natal.
Mítico club gaucho, que “se robó el corazón” de la máxima autoridad de la
Iglesia. Su gusto por el fútbol, y por un equipo de tanto arraigo en la tierra
del tango, hace de Bergoglio, una presencia más viva y más afín de los gustos y
preferencias de un pueblo y de un continente, tan futbolero como el argentino y
el sudamericano, respectivamente.
Su postura a otras religiones, mostrando
respeto y tolerancia a otras personas que piensan distinto, le da un matiz
especial y de su infatigable acercamiento a otras religiones, expresando (de
manera muy enfática) que el mundo va camino a un diálogo con otras religiones
en base a una actitud de apertura en la verdad y en el amor, expresado en su
exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, en la que se busca redescubrir el propósito
de la evangelización en el mundo contemporáneo. Pero, teniendo muy presente que
dialogar significa mantenerse firmes en nuestras convicciones y presto a
comprender los argumentos del otro, propiciando un sentimiento de fraternidad
con toda la humanidad.
La prestigiosa revista “Time”, lo tuvo
(también) como una de sus portadas al Papa Francisco; reconociéndolo como “la
nueva voz de la conciencia”, en merito a su ardua labor, en su empreño por
cambiar el tono, la percepción y el enfoque de una de las instituciones más importantes del planeta. Un
proceso trascendental, en el que bajo el liderazgo de Bergoglio, el Vaticano ha
sido capaz de dar un paso adelante. El llamado “Papa del pueblo”, ha tenido la
valentía, la apertura y las agallas para dirigir su mensaje a los no creyentes,
entiéndase a los ateos, mencionando que el acto de hacer el bien, es un
principio que une a toda la humanidad; en su finalidad por erradicar la
intolerancia que nos aleja, los unos a los otros. El primer Papa latinoamericano;
está impulsando una suerte de adotrinamiento focalizada en la lucha contra la
intolerancia.
Es increíble, como su presencia al frente de
la Iglesia, ha suscitado en los primeros 365 días de su pontificado; mucha fe,
esperanza en un mundo mejor y un consenso en la formas y en los actos que
marcan el ejercicio de su papado; identificando y comunicando con facilidad y
sin complejo alguno, los problemas en lo que se ve envuelto el individuo y la
sociedad, trazando con sabiduría el camino a seguir. Personalidad imponente, en
el buen sentido de la palabra, que le ha permitido llegar al corazón del pueblo
y atreverse, con la autoridad necesaria que le da conducir los destinos de los
católicos; pedir a la ciudadanía que
participe en política, así los diversos “personajes” que han participado en
ella, lo hayan hecho con fines que resultan antagónicos a lo que la población,
requiere de sus políticos y de sus representantes en los diferentes poderes del
Estado.
Es muy valorable, los llamados que el Papa
Francisco hace a los líderes del mundo; como lo hizo en enero último a los líderes
empresariales y políticos que participaron en el Foro Económico Mundial,
exhortándolos a usar todas sus potencialidades con el objetivo de mejorar la
calidad de vida de lo que todavía cohabitan en la pobreza, sin un mañana,
promoviendo su inclusión social. Por lo demás, el buen Francisco; ha cumplido
su primer aniversario con un comportamiento muy de la mano con los fieles, una
evidencia de ello son los miles de cristianos que se concentran en la Plaza de
San Pedro; poniendo los puntos sobre las íes ante las injusticias y atropellos que
se generan y brindándole una voz de optimismo, en el ánimo de canalizar las
esperanzas, los sueños, la lucha y el sacrificio de buena parte de la humanidad,
por lograr sus más caros anhelos.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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