Por: César I. Falla Figueroa (*)
Llegó el día que los
aficionados al deporte rey, estábamos esperando. El futbol, pasión de
multitudes, tiene después de Estados Unidos ´94, a un país de nuestro
continente, que concentra la atención de todos. Tengo la impresión que este
campeonato será muy especial y mucho más atractivo que el de Sudáfrica 2010,
por el desfile de máximas estrellas que podemos advertir, pero a diferencia del
mundial africano, en esta cita veremos a figuras consolidadas, con una
trayectoria triunfal y con un hambre de gloria incomparable.
De niño recuerdo,
haber visto con contagiante emoción la final del mundial de Italia ’90, entre
las escuadras de Alemania y Argentina, para mí fue un privilegio
alcanzar ver parte de la época dorada de Diego Armando Maradona, y fui testigo de la hazaña de un grande en el arco albiceleste como
lo fue Sergio Goicochea, ante Yugoslavia en cuartos final de aquella edición
mundialista, un hecho inolvidable.
La personalidad que Diego
imprimía en la cancha, su mentalidad ganadora simpar y el amor por su selección;
lo hicieron un personaje único en el fútbol y una celebridad en el país de
Carlos Gardel. Francia ’98, fue otro de los mundiales que más llamó mi
atención; el liderazgo y la magia de Zinedine Zidane llevó al país galo a
lograr el título del máximo evento organizado por la FIFA, claro, respaldado por
una generación importante de futbolistas, como: Blanc, Thuran, Deschamps (ahora
técnico de la selección francesa), Emmanuel Petit y David Trezeguet.
Si me preguntaran por
el favorito, diría sin dudas ni murmuraciones que es Brasil, por muchas
razones: está en su casa, casi todo el equipo verdeamarela se encuentra en un nivel
futbolístico similar, la copa le es esquiva hace 12 años y tienen un hambre de
gloria que no se puede comparar con el resto. Brasil tiene a una de las máxima
expresiones del fútbol de los últimos tiempos como: Neymar y con él a un
conjunto de jugadores extraordinarios como: David Luiz, Dani Alves, Marcelo y
Thiago Silva. Así como a una “torcida” que vibra en todo momento por su
selección y con la cual mantiene una sintonía fascinante en cada certamen en el
que participa. Y como segunda, tercera y cuarta opción; España, Alemania y
Argentina, siempre candidatos a llevarse la copa, sobretodo considerando sus
referentes, sumado a los últimos logros y rendimientos futbolísticos.
Uno de las
situaciones tristes de esta competencia, es la ausencia de Radamel Falcao y
Frank Ribéry. Colombia, Brasil y el mundo entero deben estar lamentando estas enormes
bajas. Considero que este mundial, hubiera significado para el talentoso ariete
cafetero, su joven consagración y para el astro francés, el espíritu de
conquistar un pergamino más a su exitoso camino como profesional. Hecho que no
resta opciones a estos países de seguir avanzando en este mundial, ya que
tienen jugadores de primer nivel suficientes para cumplir un papel más que decente.
El desfile de leyendas vivas del balompié como: Cristiano Ronaldo en Portugal (Real Madrid, España), Leonel Messi en Argentina (Barcelona, España), Neymar en Brasil (Barcelona, España), Andrés Iniesta en España (Barcelona, España), Arjen Robben en Holanda (Bayer de Munich, Alemania), Mario Balotelli en Italia (A.C, Milan, Italia), Antonio Valencia en Ecuador (Manchester United, Inglaterrra), Juan Guillermo Cuadrado en Colombia (Fiorentina, Italia), Miroslav Klose en Alemania (Lazio, Italia), Wayne Rooney en Inglaterra (Manchester United, Inglaterrra), Edinson Cabani en Uruguay (Paris Sanint - Germain), son un modesta muestra de la gran constelación de estrellas que tendremos la oportunidad de observar en la máxima contienda futbolística del planeta.
Es también
la oportunidad para ver y acercarnos a un análisis, respecto a los sistemas de
juego, las estrategias y observar que tan determinante es la experiencia
mundialista de grandes técnicos como: Luiz Felipe Scolari (Brasil), Vicente del
Bosque (España), Fabio Capello (Rusia), Cesare Prandelli (Italia), Louis van
Gaal (Holanda), entre otros. En un deporte cada día más tecnificado, es
importante tomar atención a los métodos de juego, como parte fundamental de la
forma como se presentan los equipos en el campo.
El impulso a la
economía que trae este mundial a Brasil, es muy relevante: el estimado del
gobierno brasileño es que generará un promedio de 380 mil empleos y atraerá a
600 mil turistas del exterior. Según los expertos, el beneficio principal de
ser organizador de un mundial, como lo es en este caso el “país de la samba“ es
la reactivación económica generándole aproximadamente un crecimiento económico
del 2% y si ganan el tornero, puede producir un crecimiento del 1%.
Brasil, hace mucho
tiempo es una fiesta, vívamos con nuestro país vecino este homenaje al fútbol;
que cada cuatro años, pone en exhición lo más hermoso de esta práctica
deportiva. Integrémonos como un gran continente y demos muestra al mundo entero
lo que somos capaces de hacer. Los brasieños, tienen la oportunidad de dar
muestra de educación y cultura a los turistas que en grandes cantidades
recibirán en todo el país. Estoy seguro que ello repercutirá, de alguna manera,
en nuestra patria.
En medio de las
adversidades económicas y sociales, por la que adolece América Latina, siempre
hay espacio para disfrutar de las cosas lindas de la vida como se dará en es
esta disciplina, sin desatendernos ni dejar de ser sensibles a las crisis de
esta parte del mundo, que es necesario afrontar y trabajar por aliviar los
problemas y tratar de llegar a soluciones (a un mediano y largo plazo) y si de
pobreza hablamos en esta parte del planeta, el deporte rey es también una alternativa
para salir de ella y aquel joven con condiciones para el fútbol, pueda ofrecer
a sus familias un futuro mejor, Pelé, Maradona, Cubillas, entre otros; son una
muestra de ese progreso.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
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