Por: César I. Falla Figueroa*
Uno de los libros que marcó mi época
universitaria, fue “Las Venas Abiertas de América Latina”, del uruguayo Eduardo
Galeano. Merced a la motivación de un brillante maestro y amigo, como el Mg.
José Pastor Balderrama, notable personaje que clase a clase nos inculcaba lo
mejor de la literatura periodística de aquel tiempo. Un libro que al leer y
analizar me ayudó a comprender, cual era nuestra ubicación en el concierto
mundial y cuales adversas eran nuestra condiciones como naciones de América
Latina, en un ánimo contestatario y de sentida indignación; que contemplaba en
su protesta, la esperanza en un mundo mejor. Galeano, el autor de esta
magistral obra; es uno de los escritores más destacados de Latinoamérica, que a
lo largo de caminar periodístico, ha desarrollado géneros como: el documental,
la poesía y la ficción, dentro de un carácter esencialmente periodístico,
histórico y de análisis político. Su forma de ser; irónica, revolucionaria y de
gran sentido del humor, lo ha llevado a pronunciarse con declaraciones como las
que dio, tras la victoria de Barack Obama: “La
Casa Blanca será la casa de Obama pronto, pero esa Casa Blanca fue construida
por esclavos negros. Y esperó que él nunca lo olvide”. De otro lado,
expresó: “No sólo Estados Unidos, sino
algunos países europeos han sembrado dictaduras por todo el mundo. Y se sienten
como si fuesen capaces de enseñar lo que es democracia”.
La producción de Galeano, nos invita a
apreciar lo ocurrido en el ayer y con ojo crítico trata de avizorar el mañana
que estamos construyendo para las próximas generaciones. Es un duro crítico
frente a problemas de esta parte del planeta, como: la pobreza, la miseria
moral y material y la falsedad, desde su legítimo y punto de vista, de un mundo
que sigue abriendo distancias entre los que tienen y los que no tienen. A continuación,
pasamos revista a algunas citas de la obra cumbre de este connotado periodista,
obra que fuera censurada por las dictaduras militares de Uruguay, Argentina y
Chile. Las Venas Abiertas de América
Latina, es un ensayo donde el intelectual uruguayo, analiza la historia de
nuestro continente de forma global, desde la colonización europea hasta la América
contemporánea, fundadas en crónicas y narraciones, describiendo el descarado
saqueo de nuestros recursos naturales, por los imperios coloniales, entre los
siglos XVI y XIX. Así como los estados imperialistas, el Reino Unido y los
Estados Unidos, desde el siglo XIX hasta la actualidad. El contexto de la
publicación de este magnífico libro, que marcó el año 1971, se da en una época
de convulsiones sociales, políticas e ideológicas, con una acentuada
orientación de izquierda, catapultada en
tiempos de gobiernos militares como el de Pinochet (Chile), de Vilela en
Argentina y de la dictadura vivida por su pueblo natal. Según los cronistas de
esos años, esta joya literaria tuvo una notoria ascendencia en los sectores
juveniles, tanta es su importancia, que se le ha denominado como “La Biblia Latinoamericana”.
Esta reflexión continental, está comprendida
en dos partes “La pobreza del hombre como
resultado de la riqueza de la tierra” y “El
desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”. Y una introducción,
de nombre “Ciento veinte millones de
niños en el centro de la tormenta”; así como una ilustrativa conclusión
llamada “Siete años después”, porque
fue escrita 7 años después de su primera edición, en la que el autor pone
hincapié en el sentido de que América Latina, lejos de mejorar, su situación se
agrava cada día más y más. Las Venas
Abiertas de América Latina, por su gran éxito se constituyó en uno de los
clásicos de la literatura política del continente. Un dato curioso, en 1995 el
libro inspiró a la agrupación gaucha, una de mis favoritas, “Los Fabulosos
Cadillacs” a grabar la canción del mismo nombre del libro, con un mensaje
cultural e ideológico que sintoniza con el pensamiento de la obra.
Este mítico libro, expone la otra cara de
América; que de manera, cronológica por medio de relatos cortos, da cuenta de
los excesos que produjeron los colonizadores contra los pueblos originarios y
del vergonzante saqueo al que fueron victimados los pueblos latinos y del
caribe. En la parte introductoria, quiero rescatar citas como las siguientes: “Ahora América es, para el mundo, nada más
que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub – América de
segunda clase, de nebulosa identificación”. “Es América Latina, la región de
las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha
trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como, tal
se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder”. Una cita que
refleja el pasado y el resultado de esas consecuencias, expresadas en el presente;
que ha convertido a América Latina, en una especie de triste colonia de Estados
Unidos, sometida a sus dictámenes decretados por el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional, siguiendo la filosofía del polémico Galeano.
“Para
quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de
América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros
ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros
perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra como se ha
dicho, la historia del sub desarrollo de América Latina integra, como se ha
dicho la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota
estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado
siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros”. En este pasaje, del
libro en mención, Galeano expresa claramente que el descalabro y la dependencia
de América Latina, tuvo como contrasentido el crecimiento económico de las
potencias mundiales, lideradas por la patria del Tío Sam (U.S.A).
En otro párrafo del relato, afirma “El ingreso promedio de un ciudadano
norteamericano es siete veces mayor que el de un latinoamericano y aumenta a un
ritmo diez veces más intenso”, aquí el reconocido pensador pone énfasis en
la profunda brecha económica y social existente, entre un país hiper
desarrollado y un país, en apariencia, en vías de desarrollo. Una realidad que
debe movilizar nuestras conciencias y nuestros corazones, que cobra vigencia en
la actualidad.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
www.cesarfalla.com
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