Por: César I. Falla Figueroa*
Llegar a la Universidad Señor de Sipán fue
una de las experiencias más maravillosas que he podido tener en mi vida. Ser
parte de un serio proceso en favor del desarrollo de nuestro departamento, a
través del quehacer universitario, es una vivencia indescriptible. Por ello,
después de un modesto pero significativo tiempo de permanencia laboral en esta
casa del saber, puedo decirles que me siento orgulloso de ser un miembro de la
familia sipanense y ser parte activa de la construcción de su gran historia.
En los años de experiencia de actividad
profesional del autor de esta columna, no pude encontrar espacio tan
identificado y comprometido con el desarrollo cultural de nuestro lugar, como lo
hallé en la Universidad Señor de Sipán. Es realmente impresionante las
múltiples actividades académicas, sociales, artísticas y culturales que semana
a semana se realizan al interior de esta casa del saber y fuera de ella.
Accionar que la encumbra, sin temor a equivocarme, en la institución promotora
por excelencia de nuestra dinámica cultural, con repercusión nacional. Una de
las fortalezas más notorias de esta joven universidad, es la revolución que ha
generado en el proceso de enseñanza - aprendizaje, dando la enorme ventaja a
sus estudiantes de traspasar las barreras del tiempo y el espacio en su camino
de realización personal y profesional, a través de los Programas de Educación a
Distancia – PEAD y el exitoso sistema educativo “USS Virtual”.
La promoción del deporte, es otra de las
actividades importantes en nuestro recinto. El reciente campeonato logrado a
nivel local por el seleccionado de Vóley femenino meses atrás; es una clara
muestra de la sana ambición que se persigue en la USS, con el impulso a esta
actividad. A ello se suma el reconocido protagonismo del equipo de fútbol, en
la liga chiclayana y en varias ediciones de la gloriosa Copa Perú, siendo
constante animador del evento.
Una de las labores de mayor trascendencia en
nuestra universidad y que tiene un impacto apreciable en nuestra población es la
presencia de los CEDECOM (Centros de Desarrollo Comunal), espacio de proyección
social que tiene como objetivo vincularnos con la comunidad, por medio de la
prestación de servicios profesionales. Así como contribuir con la formación
académica de los estudiantes como unidad receptora de prácticas profesionales,
enmarcada en la filosofía de trabajo aprendizaje – servicio.
El sistema de Tutoría, es otro de los
servicios de mayor relevancia que la USS, tiene para brindar a sus estudiantes
y en el cual me siento plenamente identificado y comprometido. Es encomiable la
tarea que realiza este equipo de profesionales, en su afán de tratar de
facilitarle al estudiante su inserción y adaptación a la siempre compleja y
poco comprendida vida universitaria. Un método de acompañamiento estudiantil,
que ayuda de sobremanera a prevenir dificultades de aprendizaje, deserción y
fracaso académico. Nuestra querida Capellanía Universitaria, es uno de los
organismos más especiales en la universidad, abocada en la formación de profesionales
éticos y con sólidos valores. Así como brindar una asesoría, guía y formación
espiritual a todos los miembros de nuestra comunidad, dispuestos a asumir un
compromiso consigo mismos y con su religión, indistintamente la que profesen.
En estas fechas de aniversario, bien cabe
destacar a una de las producciones escritas más importantes del norte peruano,
me refiero a la Revista Científica “Tzhoecoen” (nuevo mensajero en idioma
muchik), un magnifico espacio de divulgación científica, investigativa y de
promoción cultural sipanense, siempre en la búsqueda de generar nuevos
conocimientos que pueden aplicarse en la solución de los problemas de nuestro
entorno, además de forjar la transferencia de conocimiento, a través de la
difusión de su labor en el orden científico.
Y pensar que todo comenzó allá por los años
1996 – 1997, según registra la historia, tiempo en el que un equipo de destacadas
personalidades convocadas por la Asociación Civil Empresa del Conocimiento,
creada por el fundador de la USS, el Dr. César Acuña Peralta; elabora el
proyecto de creación de la universidad, con el firme propósito de alcanzar, a
través de su cristalización, un crecimiento y desarrollo económico, social y
cultural; en función a los retos que nos traza el mundo globalizado. Y vaya que
después de 15 años de arduo trajinar, se encuentran en ese camino.
Mis felicitaciones al recurso humano que
compone la gran familia de la USS: autoridades, funcionarios, administrativos,
docentes y personal de servicio, por el valorable esfuerzo que día a día
demuestran por hacer de nuestro recinto estudiantil, una gran universidad, tal
y como reza esa ya clásica frase muy famosa en el seno de nuestra familia, una
universidad con alma de guerrero. Un alma entregada al progreso y desarrollo de
la juventud peruana y en especial lambayecana, abriéndole oportunidades para la
mejora de sus familias y de su propia comunidad y por ende convirtiendo a
nuestros jóvenes en agentes de cambio social, que emprendan transformaciones en
el ámbito lambayecano y nacional.
En su décimo quinto aniversario institucional,
la USS sigue más firme que nunca, en su labor por formar profesionales
emprendedores e innovadores con sensibilidad y responsabilidad social, Toda esa
labor académica, social y cultural desplegada por mucho más de una década,
compartida en la edición de hoy, la ubica a la USS en un verdadero patrimonio
lambayecano, que cuya apreciación no solo se reduce a la retórica, sino se
visualiza en la acción concreta en pro de nuestro pueblo, que necesita de
instituciones que le devuelvan a su población el orden, la dignidad, la
decencia y la enrumben por el progreso al cual todos aspiramos y al cual
tenemos el legítimo derecho de gozar.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
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