Por:
César I. Falla Figueroa*
De un tiempo a esta parte,
los psicólogos han cobrado una enorme importancia en la gestión empresarial e
institucional, que no deja de asombrarme y reconocer la gran conquista que esta
parte del conocimiento tiene en el tratamiento de personal y los factores que
influyen en la productividad del mismo y por ende en el éxito de la
organización.
Con el pasar de los años, en
el Perú se ha ido acentuando un concepto clave en la marcha de toda entidad;
hablo del famoso Clima Laboral, definido como el ambiente humano y físico en el
que se desarrolla el trabajo cotidiano, que debe trascender en la satisfacción
y en la productividad de los miembros de la organización. Está íntimamente
ligado con el comportamiento y por tanto con las actitudes de los
colaboradores; su forma de trabajar y de interactuar con los que componen la
organización en su conjunto y con su propia área de trabajo, así como encontrar
un nivel de identificación para con el centro de trabajo.
Desde mi perspectiva como
comunicador y de acuerdo a mí experiencia como trabajador de importantes
instituciones y empresas de nuestro país (hasta la actualidad) sugiero que más
que centrarse en la productividad de la organización, desde el inicio hasta el
fin, considero que tienen que partir en principio por conseguir el bienestar
del colaborador dentro de la propia organización y ayudándolo en lo posible a
hacer ajustes en su vida personal, si fuera necesario.
Creo que la idea debe ser
que los que componen el equipo de Recursos Humanos se convierta en amigos y en
aliados estratégicos del trabajador para su mejor actuación en la organización;
en personas, dada su profesión, en quienes pueden confiar los que dan vida a la
entidad. Ganándose el respeto y la confianza, fundamental para una óptima
relación laboral.
Todos los miembros del área
de Recursos Humanos, tienen que tener muy definido que no están tratando con
“máquinas” sino con personas que tienen sentimientos y emociones, que tienen a
diario alegrías y tristezas, logros y frustraciones; que deben ser orientados y
ayudados de la mejor manera, por estos necesarios profesionales de la salud
mental de la mejor forma y con el mayor profesionalismo.
Estimo que solo mediante
este proceso, del cual mis amigos psicólogos son muy conscientes; podemos
alcanzar un mejor clima laboral, una mejor reputación empresarial, una mejor
rentabilidad del negocio (si fuera el caso); es decir progresos en todo
sentido. Pero, lo más importante colaboradores cómodos en la organización,
orgullosos y satisfechos del lugar donde trabajan; dispuestos a dar lo mejor de
sí, para conquistar los objetivos y las metas trazadas.
Uno de los desafíos que para
este servidor, tiene el departamento de Recursos Humanos, es hacer que la cultura
organizacional de nuestro centro de trabajo; me refiero a la misión, visión y
valores; no solo se quede entre los ambientes de la empresa y se aprende o
mejor dicho se memorice por mero cumplimiento y para un examen de evaluación de
rendimiento o ascenso; sino que esta cultura se internalice en la vida misma
del colaborador logrando que este sea una mejor persona y por ende un mejor
integrante de la familia laboral.
Es impactante y para mí todo
un suceso que en las entrevistas de trabajo, como estos profesionales tienen la
capacidad de decidir quien ocupa la plaza o no, o en todo caso quien pasa la
entrevista final con el responsable de la empresa. Hoy, podemos estar en
condiciones de decirles, sobre todo a los jóvenes que recién egresan de las
universidades e institutos que están prácticamente en las manos de estos
profesionales el logro de su primer empleo o de su práctica profesional, que curiosamente
del diván migraron a los escritorios de las empresas.
A parte de ello, su
presencia en las organizaciones es vital y desarrollan una inmensa labor en las
actividades de integración de personal en lo que compete a la realización de reconocimientos,
reuniones de confraternidad, mañanas deportivas, celebración de fechas
importantes, paseos, evaluaciones de rendimiento, consultas de clima laboral,
busca de beneficios, etc., etc.
Me da la impresión y esto lo
vemos casi siempre, claro que toda regla tiene su excepción, que la generación
joven de psicólogos; que en los diez últimos años o un poco más, ha egresado de
las escuelas de dicha carrera profesional, prefieren el campo institucional y
empresarial, son muy pocos los que apuestan por formar su consultorio o
postular a los hospitales en su tradicional labor de psicólogos clínicos. Sin
duda, estamos asistiendo a un proceso de cambio vocacional dentro de la propia
psicología que quiero pensar, marca un proceso de evolución en este terreno de
la ciencia.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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