Expresión de Juventud

Expresión de Juventud
En una de mis actividades profesionales como comunicador organizacional, al servicio de mi país.

Tuesday, August 13, 2013

Chiclayo, ¡Mi querida Ciudad!


Por: César I. Falla Figueroa*



Cuando hablo de Chiclayo, es imposible no emocionarme hasta las lágrimas y expresar mi gratitud por acogerme como uno de sus hijos. Llega a  mi memoria aquellos íconos de la ciudad, con los cuales crecí; como su Iglesia Catedral Santa María, mi querido Parque Principal, su monumental “Palacio Municipal”, el “Club de la Unión”, el Hospital “Las Mercedes” donde nací, la colorida Plazuela “Elías Aguirre”, el siempre lindo Paseo “Las Musas” sus clásicos cines, hoy cerrados y en el olvido hasta por su propios dueños como lo fueron “Tropical” y “Colonial”, íconos de la cultura y el divertimento chiclayano y que tuvieron un enorme significado en mi vida. No dejando de mencionar al Teatro “2 de Mayo”, en el cual pase hermosos momentos de mí época infantil y que tuvo una fugaz reapertura.

Sus calles, como la siempre bien vista Av. Balta: parte de ella considerada como el centro financiero de la ciudad, el Jirón Elías Aguirre, las Calles Leoncio Prado, San José y Manuel María Izaga, siempre están en un espacio preferencial; cuando me piden describir a Chiclayo. Así como la también emblemática Av. Sáenz Peña, en la que viví los primeros años de mi vida y que fueron silenciosos testigos de mis alegrías y tristezas de niño, lugares que poco a poco se fueron introduciendo en mí corazón y que hoy me siento plenamente identificado con ellas.

Chiclayo fue culpable de mis primeras composiciones, aquellas que dejaban como tarea mis profesoras en el desaparecido Colegio Bulnes. De mis ganas de triunfar y del propósito de ofrecerle algo a mi ciudad. Aquel bello, aun en mí memoria, lugar del norte peruano que hoy ha dado la retirada y confiemos que renacerá en el mañana.

No se imaginan cuanta pena y vergüenza siento que mi querida ciudad este en un estado impresentable para sus propios pobladores y para los turistas que nos visitan. La incompetencia, el desgobierno y el nulo liderazgo de quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la ciudad y de sus propios funcionarios, no pueden seguir hundiendo a este amado lugar. Hagamos todos lo que esté en nuestras manos por ponerle coto a esta terrible situación.

¡La Tarea es de Todos! Cada uno desde su tribuna, sumemos lo más que se pueda para la reconstrucción de esta entrañable ciudad. La apatía, la indiferencia y el conformismo ¡no nos pueden vencer! Desde “Expresión”, un medio de comunicación que encarna la manifestación del pueblo chiclayano y en especial desde esta columna hago un llamado a todas las instituciones representativas de la localidad y a sus habitantes; a mantener inalterable su ánimo de recuperar moral y físicamente a la reconocida Ciudad de la Amistad.

La marcha convocada por el empresariado lambayecano, debe ser el punto de partida de una corriente indetenible de sensibilización y de toma de conciencia frente a los imperdonables hechos que han desdibujado el espíritu cordial y progresista de nuestra ciudad. El amor por Chiclayo y la madurez de los nacidos en esta noble tierra debe primar para sentarnos en una mesa, dejando atrás estériles resentimientos que a ningún lugar nos lleva y dejando en la fotografía del pasado cualquier rencilla, como línea de comportamiento a tener en adelante.

Hoy, en su 178 aniversario lamentablemente no hay nada que celebrar. Pero si es un histórico tiempo para reafirmarnos en nuestro compromiso de batallar incansablemente por su transformación, siendo dignos herederos del legado heroico de Quiñonez en los aires y la gesta marítima de nuestro ilustre conciudadano Elías Aguirre.

Chiclayo siempre fue un pueblo con valores; siendo la Amistad, una de ellos por excelencia. De nuestra solidaridad, como hermanos habitantes de un mismo lugar y que ahora nos debería servir para unirnos en el extraordinario propósito de sacar adelante nuestra ciudad, en busca de un posible progreso y desarrollo.

Trabajemos por la realización de un Plan de Desarrollo Local, que emerja desde la sociedad civil; con la participación y el apoyo decidido de los medios de comunicación. No esperemos a que los políticos actúen, en nuestras manos está el destino de la ciudad, las circunstancias se han presentado así, aceptémosla como tal y asumámosla como el más hermoso desafío que nos da la vida.

Recuperemos y revaloraremos nuestra cultura, aquella de la que debemos de sentirnos orgullosos, rescatemos nuestras buenas costumbres de antaño; de gente educada, amistosa y de trato familiar, seamos cada uno embajadores de nuestra riquísima gastronomía, de nuestra maravillosa música y aquí llega a mi mente aquella monumental canción que es una de mis predilectas “Hay un pueblo llamado Chiclayo”, bendita creación de un genio como el compositor chiclayano José Escajadillo Farro, que recoge lo más precioso de nuestra cálida ciudad y que se constituye en un símbolo de fe, preciso para la hora actual.

El mensaje es uno solo ¡Salvemos a Chiclayo!, esa debe ser nuestra consigna, como prueba inobjetable del inmenso cariño que sentimos por el pueblo que nos vio nacer y de su gran historia, como patrimonio que tiene que prevalecer por siempre.

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación
 Email: cfallafigueroa@hotmail.com
 www.cesarfalla.com


No comments: