Por:
César I. Falla Figueroa*
De pequeño me enseñaron a querer a nuestros símbolos patrios; la
bandera, la escarapela, el escudo y el himno nacional; fue algo así como
familiarizar y socializarme con ellos. Con el pasar del tiempo, vas aprendiendo
que son sagrados y al que merecen nuestro total respeto. Sin duda, una de los
aprendizajes más maravillosos que te de la escuela de niño, muchas gracias
profesoras de aquel desaparecido Colegio “Bulnes”, por esa experiencia que hoy
forma parte de uno de mis mayores tesoros.
Ya
de joven, tal como me pasó, en los primeros años de la universidad; se va
cultivando y en el mejor de los casos afianzando, el compromiso con nuestro
país, ves y comienzas a analizar (de acuerdo a tu edad y a tu espacio), que hay
cosas que no están caminando bien, que hay una serie de necesidades en tu
comunidad y en tu nación, que hay ricos y pobres, que hay niños trabajando en
las calles, que hay jóvenes sin empleo, que hay políticos que no están a la
altura de lo que demanda nuestro pueblo. Te das cuenta que tu vida encuentra
otros sentidos, que tienes una tarea que espera por ti, que tienes un
compromiso con el Perú.
Cada
uno desde su labor, debe de asumir los problemas y carencias de los más
necesitados y todo lo que hay por hacer en nuestra patria; como uno de los más
importantes desafíos de nuestra vida. Y tenemos que comenzar por aquellos
profesionales, que estudiaron en una universidad pública y que gracias al
Estado, tuvieron una oportunidad de estudiar una profesión. El médico, preocupado
en brindar un mejor servicio de salud. El abogado, velando por que se haga
justicia en un país donde esta se ve pisoteada por gente que por tener dinero, cree
estar por encima de la ley. El ingeniero y el arquitecto, cada uno desde su accionar,
entregando su vida a gestar un adelanto urbanístico, con la responsabilidad
ambiental, que nos dé señales que estamos por alcanzar niveles de desarrollo.
El
educador consagrando su existencia a la enseñanza de las generaciones que
continuaran nuestra tarea y que se encargaran de hacer de este país una patria
grande, siendo un guía y modelo en la vida de cada uno de los peruanos. El sociólogo,
interpretando nuestro comportamiento como conjunto social y poniendo todos sus
conocimientos y voluntad en brindarnos y a su vez promover alternativas de desarrollo,
para salir de aquello que no nos permite avanzar como nación. El psicólogo,
enfocando sus esfuerzos en que los peruanos alcancemos mejores niveles de salud
mental y así impulsar nuestro verdadero bienestar.
El
comunicador social, realizando campañas de sensibilización y promoción en
valores, para tener una sociedad integrada y en armonía, así como generar
conciencia en la población, en su papel como reales agentes de cambio social,
preparados para trabajar y mirar con optimismo aquel soñado Bicentenario de la
patria. El artista, cantándole al Perú, motivando el más puro sentimiento de
amor por lo nuestro. Así como el policía; cumpliendo con su servicio, con
honestidad y velando por que vivamos seguros, sin riesgos que nos impida vivir en
paz y el deportista nacional en la lucha por conseguir la medalla de oro en una
olimpiada o clasificando, después de mucho tiempo a un mundial. ¡Todos haciendo
Perú!
El
28 de julio, celebramos 192 años de independencia nacional. A partir de esa
memorable fecha, de nosotros ha dependido el destino de nuestra patria. Hoy,
es tiempo para evaluar, muy reflexiva y
seriamente, ¿qué hemos hecho por el Perú, en el transcurrir de estos cerca de
200 años?, ¿cuánto hemos contribuido para que sea un territorio próspero,
equitativo, justo, integrado, solidario y unido?; seguramente que hemos hecho
nuestro trabajo, pero no ha sido suficiente. Necesitamos colocar al Perú en
nuestras prioridades, necesitamos sembrar en la mente de nuestros niños y en
los que están por venir, que el Perú es su gran familia, que tenemos una
responsabilidad y un compromiso con nuestra tierra.
Pongamos
en práctica, aquella expresión que se hizo muy famosa en los años ’80 gracias a
un querido comercial de una reconocida bebida, emblema nacional, “La Fuerza de
lo Nuestro”. Esa fuerza que siempre se manifestará en todo momento que el país
lo requiera y que hará posible que nuestra patria, sea la patria grande que lo
fue en nuestro rico pasado. La familia tiene un gigantesco trabajo en este
propósito, juega un rol fundamental en generar esa identidad nacional que nos
hará sentirnos orgullosos de lo que hemos sido, somos y seremos. De poner en
alto nuestra bandera, en el lugar que el destino nos tenga preparado y ser cada
uno de los peruanos, embajadores del Perú, en el país que nos encontremos.
Tenemos
que ser muy conscientes que esta histórica tarea de sacar adelante a nuestro
país, no solo es obra de los que ostentan una responsabilidad política o un
determinado cargo, sino de todos. Cada uno, aportando nuestra cuota de esfuerzo
y sacrificio por la patria que nos vio nacer, ¡el Perú nos necesita!
Seamos
herederos del ejemplo de Miguel Grau en los mares, de Raúl Porras Barnechea en
la política, de Jorge Basadre en la historia, de Vallejo en la poesía, de
Manuel Jesús Orbegozo en el periodismo, de “Lolo” Fernández en el deporte, entre
otros valiosos peruanos ¡Felices Fiestas Patrias!, ¡Viva el Perú!
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
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