Por:
César I. Falla Figueroa*
Tuve
que esperar 7 años para ver nuevamente a mí querido equipo coronarse campeón
del fútbol nacional. Sporting Cristal, es parte de mí historia y hasta hoy, no
puedo describir la emoción tan grande que sintió mí corazón al escuchar el
silbatazo final del juez Víctor Hugo Carrillo, que le decía a todo el Perú que
había un nuevo monarca en nuestro balompié. Claro, sin dejar de sentirme
aurichista por mí localidad y por sentirme identificado con su rico pasado, del
cual me siento muy orgulloso.
Tremenda
gesta deportiva del último domingo en el Estadio Nacional, me hacía recordar a
aquella época de oro de los bajopontinos que logró el tricampeonato los años
’94, ’95 y ‘96 y el histórico subcampeonato en aquella libertadores del ’97
ante un durísimo Cruzeiro de los consagrados Palinha y Dida. A mí memoria
llegaban leyendas de la familia celeste como: “el uru” Julio César Balerio, “el
palito” Marcelo Asteggiano, “El Pirata” Adrian Czornomaz, Julio César de
Andrade Moura “Julinho”, Pedro “Peluca” Garay, entre otros héroes de aquella
noche en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Mí
reconocimiento al profesor Roberto Mosquera, por tener la capacidad de
devolverle una identidad futbolística al equipo, por dar la oportunidad y
recuperar a jóvenes figuras como: Marcos Delgado, Junior Ross, Luis Advíncula,
Irven Ávila y a otros por apoyarlos decididamente en su etapa de consolidación
como: Juan Carlos Mariño, Renzo Sheput, Carlos Lobaton, Yoshimar Yoptún y Erick
Delgado. Para los que conocemos un poco de fútbol, sabemos que entre tanto
talento es difícil para un técnico armar una escuadra, pero ese talento lo tuvo
Mosquera, que a partir de una sólida base supo alinear a los “11 guerreros”
cada fecha del campeonato, jugando bien y hasta de forma fantástica y
alcanzando un brillante resultado.
El
equipo de Garcilazo, dirigido por el maestro Freddy “Petroleo” García fue un
gran rival, en este último partido de los “play off” vimos a un conjunto
cuzqueño que vino a proponer; con un Ramón Rodríguez constantemente buscando el
arco rival, un Julio Edson Uribe que por “ratitos” parecía reencarnado en su
padre el gran Julio César Uribe, el volante Carlos Flores que en varios
momentos del encuentro, tanto en Lima como en la Ciudad Imperial puso en jaque
al cuadro ganador. Es realmente muy meritorio y de quitarse el sombrero lo
hecho por este Real Garcilazo que a pesar de no contar con grandes figuras supo
hacer un año de ensueño para cualquier institución que recién sube a primera
división y alcanza una final donde dispute el título nacional.
Este
campeonato no fue producto del azar, ni por bajo nivel de la mayoría de sus
oponentes. Fue producto de una seria planificación deportiva que parte de la
cabeza de un club, su dirigencia, que comprendió el concepto del estratega del
conjunto del Rímac y el modelo de juego que quería para este Cristal versión
2012. Hubo comunicación, respeto y compromiso entre “los mandamases” del club y
el cuerpo técnico, se comportaron como una institución de la categoría y el
prestigio que ostenta y esta fue la fotografía que cerró una campaña exitosa;
el arquero Delgado levantando la copa, como capitán del equipo, ante un mar de
hinchas celestes.
El
ver escenas como el llanto de jugadores con trayectoria en el equipo cervecero,
ya en la banca de suplentes esperando los segundos para culminar el encuentro o
el “casi” desvanecimiento del “profe” al final de la primera final en el Cuzco,
o los ojos llorosos de felicidad, de una de sus máximas figuras como “El
Chorri” Roberto Palacios (ya retirado) nos habla de un plantel con mística, de
esa mítica que antes era patrimonio de los clásicos rivales “U” y “Alianza”,
pero que desde hace buen tiempo es también de los rimenses.
Estoy seguro que desde el cielo, dignos
representantes de diferentes generaciones, me estoy refiriendo al crack Alberto
“El Jet” Gallardo que a propósito lleva su nombre el Estadio del equipo celeste
y a Gianfranco Espejo, quien también vistiera la seda del Juan Aurich; estarán
llenos de felicidad y saltando de alegría viendo a su querido Sporting Cristal
¡Campeón!. Mí homenaje para estos dos personajes de la familia, que ya no están
físicamente con nosotros pero viven eternamente en los corazones bajopontinos y
su presencia se sintió en la hermosa tarde que logramos la soñada victoria.
En tanto aquí en la tierra, sigamos
celebrando la conquista de este gran objetivo cumplido, pero paralelo a ello
comencemos a trabajar con la responsabilidad que corresponde la temporada 2013
y la difícil Copa Libertadores que se nos viene y que nos tocará participar en
condición de Campeón del fútbol peruano, enormes desafíos que estamos seguros
todo el plantel estará a la altura de las circunstancias y será muy consciente
del rol que la historia le ha deparado.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
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