Por:
César I. Falla Figueroa*
Una de las cosas más bellas
que he podido apreciar en mi niñez, junto a los programas de “Hola Yola”,
“Nubeluz”, dibujos animados como “Los Thundercast”, “Los Pitufos”, “El
Inspector Truquiini”, “Popeye”, “Himan”, películas como “Superman”, “El Niño y el Toro”, entre otras; es qué duda
cabe, el Rock. Género musical que atrapo mis sentidos y que me empujo sin darme
cuenta a disfrutar parte de lo mejor de esa década bendita, que fue los ’80.
Claro, que me cogió muy niño, pero eso no me impidió de gozar parte de esos
años, que serán irrepetibles en mi vida y que no los cambiaría por nada.
A mi memoria, vienen
aquellas canciones que hasta el día de hoy, han marcado mi vida; parece que
fuera ayer que escuchará a aquella mítica agrupación, “Dire Strait” con “Camino
de Vida”, el grupo italiano “Baltimora” y su obra cumbre “Tarzan Boy”, el dúo “General
Public” y su “The Tenderness”; una simpática canción con un bello vídeo. Los
noruegos “A – ha” con “Take on Me”, tuvo un notable éxito y simplemente puedo
decir que me quede extasiado con su música.
Los nacionales “Frágil” con
el tema “Avenida Larco” o popularmente conocido por muchos, como “Viernes
Sangriento”, uno de mis temas predilectos, que como es lógico, lo escuche mucho
tiempo después de su lanzamiento, nos mostró una Lima cuya juventud disfrutaba
de su etapa y se mostraba libre y muy presente; con un gobierno respetuoso de
sus libertades y que les daba ciertas licencias, luego de las ataduras de los
regímenes militares por las que había pasado nuestro país.
Pasaron unos años y tengo un
recuerdo mucho más cercano, siendo mi emblema, de la mejor agrupación de Rock
en español “Rio”; como disfrute en mis épocas de sus más contestarías letras
como “Al Norte de América”, “Estar en la Universidad”, “Carol quiere un viaje a
Londres”, “A la droga, dile no”, “Lo empiezo a odiar”, “Todo estaba bien”,
“Televidente” y paro, porque llenaría todo este artículo, halando de este
grandioso grupo peruano y de aquellas legendarias canciones.
Un grupo sudamericano, que
desde mi infancia llamó particularmente mi atención, fue “Los Prisioneros”,
tres jóvenes chilenos, encabezados por Jorge Gonzáles; cuya letra poco a poco
generaba en mí un sentimiento de rebeldía que en la primera etapa de mi
juventud se expresará en lo político y que hoy se expresa por el lado académico
y en mí siempre latente sensibilidad social. “Porque no se van” “La Voz de los
´80”, “Quien mato a Marilyn”, “Pa pa pa”; son de mis favoritas. Muchas gracias
por sus canciones; su arte es muestra que la música no entiende de banderas,
territorios ni nacionalidades.
El español Miguel Rios, me
hizo suspirar en la primaria con esa bella letra, a la que puso “Santa Lucía”
que nos envolvió a los enamoradizos de las aulas del desaparecido Colegio
“Elvira Bulnes”. También recuerdo a Miguel Mateos con “Obsesión” y “Es tan
fácil romper un corazón”.
La banda argentina “Los
Fabulosos Cadillacs” es otra de las leyendas del rock latino que me enamoró,
aún sigo disfrutando de inolvidables temas como “Me gusta tu forma de ser”,
“Matador” y hasta su más reciente tema “Osito de peluche de Taiwan”, un tierno
tema que me removió el corazón a más de uno.
Y más reciente, mi colega
Pedro Suarez Vertíz, en la actualidad connotado escritor de la Revista “Somos”;
se robó nuestro cariño, aprecio y respeto por su talento musical, parece que se
hubiera quedado grabado en mi oídos sus más grandes obras de arte como:
“Degeneración Actual”, “Sé que todo acabado ya”, “Me resfrié en Brasil”, “Cuéntame”,
“No pensé que era Amor”, “Amazonas”, entre otros grandes éxitos. Hoy, sus
seguidores, aguardamos su pronta recuperación.
“Estrella Juveniles” de mi
buen amigo, el carismático Gary Balarezo, tuvo mucha fama a medios de los ’80,
hasta inicios del ’90. Su maravillosa producción tuvo mucho que ver en mi gusto
por el Rock. “E.J.” fue un programa con una escenografía única que embrujaba a
los que buscábamos algo que ver los domingos, recuerdo que era de 12:00 p.m. –
1:00 p.m., hora en que los niños y adolescentes de la épocas nos alistábamos a
comer en familia y después a planificar nuestra salida a nuestro cine favorito
o a visitar un lugar bonito, como (las que fueran hermosas ciudades) Chiclayo o
Lambayeque, solo por poner un ejemplo. En dicho programa, que se transmitía por
Canal 4, era una especie de youtube televisivo de la época, ya que pasaban los
videoclips del momento. Nunca más tuvimos un programa de tamaño nivel.
Radio “Oxigeno” y “Titanio”,
son los culpables que este gran sentimiento que tengo por el Rock perdure y que
se haya convertido con el pasar del tiempo en casi una religión. El Rock es mi
fiel compañero en el bus, algunas veces al caminar, en el trabajo, al punto que
mis compañeros de labores tienen la gentileza de sintonizarme dichos medios que
difunde, el más bello de los géneros.
Este ha sido, mi homenaje al
Rock, que más que una melodía, significó y significa para mí un estilo de vida,
una actitud; del cual me identifico. Inconforme con su realidad, buena onda,
comprometido con sus propósitos, leal en lo que cree, trasparente con su
entorno, desafiante ante la adversidad y solidario con su gente. Señores, en
resumen el rock es Amor, un sentimiento que ¡jamás morirá!
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
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