Por:
César Falla Figueroa*
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El hecho que exista una área
de Comunicaciones, Relaciones Publicas, Promoción y Desarrollo y/o Imagen
Institucional y Protocolo, no garantiza que las cosas en la interna de una
determinada organización van a fluir “de
mil maravillas”, y que se convertirá en el espacio casi perfecto en el cual
se va a trabajar en equipo bajo una marcada política y una visión compartida
que los lleve hasta donde la entidad quiera llegar.
En varias organizaciones del
Perú, en especial en el departamento de Lambayeque y con mucha mayor notoriedad
en lugares como Chiclayo, la planificación anual que se hace del trabajo a emprender;
está priorizada (según convenga) por el incremento de su recaudación, la
resolución de casos, el número de obras, la elevación de sus ventas; pero
aprecian la tarea del área de Comunicaciones o Informaciones como algo anexo,
complementario que termina a la larga o a la corta reduciéndose en su mínima
expresión; atando de manos al responsable del área y frustrando la que debería
ser una trascendente función.
Tomar fotografías, realizar
un buen evento, redactar una nota de prensa y que está salga publicada al día
siguiente; parece suficiente para el dueño o gerente general de una compañía y nos
olvidamos o tal vez desconocemos de la labor crucial de las Comunicaciones en
una organización; que parte desde la interna de la misma con su cliente interno
(colaboradores de la entidad); en la elaboración de su planificación
estratégica, en el diseño de la estructura jerárquica, en los lineamientos y
políticas de trabajo, en el tipo de liderazgo a poner en práctica, es decir en
todo lo concerniente a la administración del recurso humano y a su cultura
corporativa.
Hasta hoy es difícil y
muestran resistencia propietarios, accionistas y plana gerencial a compartir la
toma de decisiones con el comunicador organizacional, usualmente es llamado al
final de las reuniones, para la transmisión de lo publicable a los medios
informativos, en una especia de simple mediador entre la empresa y los hombres
de prensa; cuando deberían ser los que se involucren en el proceso de mejora
continua, en la formulación y reformulación de los planes de trabajo, en la
programación de sus actividades; puesto que son los llamados a ser la imagen de
la organización y los que interpreten el mensaje al público externo.
En la misión de
responsabilidad social y/o corporativa, el comunicador tiene un papel sumamente
importante en la interacción con el público; en la responsabilidad y conducción
de los procesos de sensibilización y toma de conciencia, en la elaboración de
actividades a seguir, en la sistematización de resultados conseguidos y en el
procesamiento de información para los públicos donde se quiera llevar la
comunicación oficial. La proyección social en las corporaciones debería
concebirse como la prolongación o extensión de sus acciones desde la interna de
su organización hasta su ámbito externo, es ahí donde cobra notable relevancia
las comunicaciones en una corporación.
Considero que en el pasado
debería de quedar aquella mezquina concepción del relacionista público en la
interna de las instituciones del Estado, entiéndase gobiernos locales,
distritales y regionales que su rol solo se reduce a ser el vocero,
propagandista y rabioso defensor de la gestión de su jefe (alcalde o presidente
regional) y no pasa por su mente la estratégica función que por “supuestas”
competencias profesionales le tocaría desempeñar.
En la actualidad, considero
que hay una desconcertante deformación de esta carrera profesional y esto es
muy evidente en las instituciones públicas. Para este trabajo, respaldado por
la naturaleza del mismo (como cargo de confianza) el gobernante suele optar por
el amigo periodista, restándole mayor importancia al perfil y a las capacidades
técnicas que se puedan tener para esta función.
Una de las funciones más
elementales pero de suma trascendencia para la comunicación interna de las
instituciones y/o empresas; es la elaboración de elementos comunicativos como
(periódicos murales, boletines internos, revistas institucionales, etc.) que
permiten un mejor conocimiento de las actividades entre miembros de una
organización y den a conocer la realización de un evento o una celebración en
especial.
El vínculo con organismos e
instituciones públicas al más alto nivel es fundamental, ya que siempre nos
mantendremos en constante contacto con ellas para los intereses que podamos
tener en común.
La relación con los medios
por parte de estos comunicadores debe ser cordial, pero respetuosa de su
independencia e imparcialidad, solo generaremos relaciones permanentes con los
medios de comunicación (para los fines trazados), en la medida que mantengamos
muy presentes estos principios.
La capacidad de gestión es
clave en este profesional, en lo que significa las actividades que desarrolla,
en diversos frentes ya sea el cultural, social y/o deportivo; desde la tarea de
convocar voluntades al trabajo a seguir, lograr su participación hasta la
culminación exitosa de dichos eventos. Así como estar, de forma preponderante,
muy al pendiente de los resultados de gestión.
Las Universidades del
departamento aún hacen muy poco, por darle el interés que debería de merecer la
Comunicación al interior de las instituciones y empresas. Son materias de simples
charlas o reducidas capacitaciones que no pasan más allá de un diplomado; pero que
hasta hoy, no se asume como lo determinante que es para nuestras
organizaciones, apostando por un serio trabajo desde la Curricula Académica de
las Escuelas de Ciencias de la Comunicación, como parte de un franco proceso de
formación que interiorice el trabajo en los mencionados futuros profesionales.
Tenemos que ser conscientes,
desde el cargo que podamos ostentar que de la comunicación parte todo; a través
de ella nos relacionamos con nuestro público interno y nuestros públicos
externos; integramos nuestras fortalezas, nos unimos en un sólo propósito,
compartimos amargos y gratos momentos y expresamos nuestras emociones, tristezas,
alegrías, fracasos y logros.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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