Por: César I. Falla Figueroa (*)
A estas alturas del partido
(literalmente hablando) entiendo que para muchos connacionales, pueden
considerar imprudente hablar de Markarian o de cualquiera de los seleccionados
de nuestra bicolor; pero creo también que siempre hay espacio para reflexionar sobre
que nos deja este proceso, que inicio como eliminatorias atrás, con bombos y
platillos con la esperanza siempre presente de llegar a un mundial; luego de la
última cita a la que Perú dijo presente, que fue la del Campeonato del Mundo
España ’82, hace ya 30 años.
Es sabido que Markarian
llegó con un proceso que tenía como principal objetivo clasificar al mundial de
Brasil 2014 pero sobre todo emprender un plan deportivo a largo plazo que convoque y comprometa a
todas las instituciones vinculadas al deporte rey de nuestro país. Plan que ha
recibido el apoyo y creo en cierta medida el respaldo de la Federación Peruana
de Fútbol, presidida por una persona no tan grata en el país como Manuel Burga,
hecho que lo debilita pero no deja de ser destacable.
El proyecto ha comenzado
desde hace unas semanas con la convocatoria de promesas del balompié rojiblanco
como: Ampuero, Flores y Vidales que serán en un futuro no muy lejano, las
próximas figuras de Perú, de cara al Mundial de Rusia 2018.
Considero que a pesar de los
esquemas tácticos (equivocados para muchos críticos de la materia), a pesar de
su obstinación en mantener a jugadores que no lo merecen y a pesar de los malos
resultados en las presentes clasificatorias; Sergio Markarian debe continuar al
mando del combinado nacional.
Las razones desde mí modesto
punto de vista son suficientes para dar continuidad al charrúa: su trabajo en
la Copa América Argentina 2011lo congratuló como un técnico que sabe en épocas
de crisis, a falta de varias de sus principales figuras, optimizar su recurso
humano, y darle el coraje, ánimo y valor necesario a sus dirigidos para
enfrentar memorables encuentros que hoy forman parte de un gran recuerdo para
la afición nacional.
Otra de las razones es su
prestigio, su éxito como estratega en tanto en clubes nacionales,
internacionales y en el seleccionado guaraní le dan el peso necesario para
dirigir al equipo de todos, además del respeto que imprime en el ámbito continental
por su notable calidad personal.
A más de uno, ha llamado
mucho la atención (con una dosis de complacencia) la manera tan profesional y exhaustiva con la
que ha asumido su papel en el plantel inca, trabajando con herramientas y
procedimientos muy modernos como la tecnología GPS, para evaluar el rendimiento
físico de sus jugadores y los rigurosos exámenes tomados por los especialistas
del Instituto de Investigaciones de la Altura de la Universidad Cayetano
Heredia, una de las entidades con mayor autoridad para estos estudios, tal y
como se realizó para sacar adelante el partido ante la representación boliviana
y vaya que dio resultados.
Acompañemos la era
Markarian, con confianza pero a la vez con prudencia, sin ensalzar los triunfos
que se conquisten de manera eventual en la actual competencia sudamericana, ni
pisotear todo este valioso proceso cuando caigamos en la derrota. Saludemos la
convocatoria de jóvenes revelaciones como las arriba mencionadas entre tantos
otros que, sin duda, serán la columna vertebral de un trabajo futuro que
esperemos rinda sus frutos en el momento que corresponda.
A falta de concentración en
el campo, de identificación con sus colores y de falta de compromiso de varios
de los convocados; es muy importante que Don Sergio cultive (sobre todo con los
que recién comienzan el camino) en la mente de quienes están bajo su dirección;
una mentalidad ganadora, un trabajo cooperativo y en sembrar mucha humildad;
creo que ese debe ser el trabajo de base a seguir. En conclusión hacer que vestir
la seda nacional sea un verdadero honor para quien tiene la fortuna de estar en
la lista previa a cada partido y que el sólo hecho que su nombre figure, sea
motivo suficiente para entregar el alma en cada justa deportiva.
Señores, ya no es momento de
llorar sobre la leche derramada, una vez más como se estila en todo proceso
clasificatorio. Es fundamental que a partir de esta experiencia seamos capaces
de mirar hacia delante y de una vez por todas emprender, en serio, una tarea a
largo plazo que al final del camino nos encuentre integrados y con una sola
visión hacia donde queremos ir y que queremos hacer con nuestro deporte más
amado por las mayorías, el fútbol.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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