Por:
César I. Falla Figueroa*
Hace ya aproximadamente un
mes, en la Ciudad de la Amistad se viene gestando, como en pocas oportunidades
en las dos últimas décadas, un genial espacio de participación que emerge de la
propia sociedad civil chiclayana y que se crea en respuesta al estado de caos, desorden
e ingobernabilidad en la que tristemente
se encuentra nuestra ciudad.
Gracias a la iniciativa de
instituciones con mucho arraigo en el departamento, como la tradicional y emblemática
Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque y el Colegio de Arquitectos; se
ha logrado conformar esta agrupación que estamos seguros tiene mucho que analizar
y sobre todo contribuir en el presente y en el futuro de este querido pueblo.
El Movimiento Cívico de
Chiclayo, es un espacio civil democrático conformado por Gremios Empresariales,
Colegios Profesionales, reconocidas instituciones como ADOSCIL, que se han
unido para expresar su preocupación y rotundo rechazo a la situación actual que
vive esta norteña parte del Perú. Por ello, el próximo 01 de Marzo se ha
organizado un Paro Cívico de carácter pacífico; manifestación que respaldo y la
califico como el ámbito propicio para protestar frente a la ineptitud de su
autoridad local y de varios de sus funcionarios.
En este escenario, por
declaraciones de sus organizadores, se conformaran comisiones técnicas y de
vigilancia; que actuaran de forma permanente, con el fin de solucionar la aguda
problemática por la que atraviesa la querida ciudad de Chiclayo; que nos vio
crecer, que nos dio la gran oportunidad de desarrollarnos y que nos cobijo
cariñosamente, como uno de sus hijos y que solo le debemos una perpetua
gratitud y nuestra amplia disposición para sumarnos en lo que sea necesario.
Coincido con los miembros de
este colectivo, en su propósito de solicitar la declaratoria de emergencia de la
ciudad; motivada por la mala ejecución de las obras de agua potable y
alcantarillado. Es que la verdad, Chiclayo (por estos hechos) se muestra
impresentable a los ojos de sus propios habitantes y de los turistas que
visitan nuestro departamento, dando una imagen lamentable en el ámbito nacional
e internacional. Es algo que causa a mucho de los nacidos en esta tierra,
intolerancia, impotencia y el rotundo rechazo a lo que viene ocurriendo en uno
de los lugares más importantes del país.
Es inconcebible lo que se
viene dando aquí, con trabajos de mejoramiento y cambio del sistema integral de
las redes de agua potable y saneamiento que ponen en riesgo la salud pública,
además de desacelerar el flujo de inversiones. Digo esto, por lo expuesto de
parte de los técnicos expertos en el tema, quienes evidencian una deficiencia
en la planificación, programación de la obra y supervisión, un inexistente o
superficial plan de contingencia, entre otros aspectos. Pero lo más indígnate
es que hasta ahora el ejecutivo, representado por el Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento, como el Ministerio Público y la Contraloría General
de la República, no hayan tomado acciones ni se hayan pronunciado al respecto.
Chiclayo no merece ser una
ciudad en estas condiciones, como hoy la estamos apreciando; en donde reina el
desgobierno, la inseguridad ciudadana y la corrupción en todos sus niveles, en
donde está ausente la decencia y la docencia política, el respeto al honor y a
los valores. Necesitamos una ciudad, acorde a su desarrollo comercial y a su
dinámica económica, a la calidad de su gente y a la par de su rica historia.
Una de las cosas que me
parece fundamental es que la conformación de este Comité Cívico, no se
convierta a la larga en plataforma política para ninguno de sus integrantes de
cara a las próximas elecciones municipales y generales, porque de lo contrario
le estaríamos quitando la legitimidad, autoridad y representación que este
histórico movimiento necesita.
Desde esta tribuna
comunicacional y periodística, mí saludo al Semanario Regional “Expresión”, por
su activa y trascendental participación como uno de los fundadores de este
equipo ciudadano. Estimo como vital la incursión de un medio de comunicación en
gestas como a la que hoy estamos asistiendo y más del impacto y la repercusión que
tiene como medio “Expresión” en los destinos de nuestro departamento.
Considero que este
Movimiento Cívico, no sólo debe limitarse a las instituciones sociales y empresariales, sino que poco a poco debería
ampliarse a intelectuales independientes, profesionales, jóvenes universitarios
que siempre tienen algo que decir, propuestas que alcanzar, inquietudes y
cuestionamientos que expresar, ellos tienen que tener la posibilidad de
incorporarse a este estupendo movimiento.
Todo chiclayano de corazón;
que quiere lo mejor para su ciudad, que quiere ver y trabajar por un Chiclayo
con integración, progreso y desarrollo; desde el concepto de este servidor,
creo que debe sentirse parte de este conjunto social. Nuestra ciudad ¡necesita
del concurso de todos!, ¡no debemos desaprovechar esta oportunidad histórica!
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email:
cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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