Por: César I. Falla Figueroa*
Hay instituciones que marcan
nuestra vida, que nos dan una razón más para vivir, que nos da un mandato por
honrar, que nos motiva a seguir en el camino trazado, y una de ellas, en mi
caso, lo es el Colegio de Periodistas, en el departamento de Lambayeque. Aún
recuerdo cuando niño, pasaba con mamá por la querida Calle Colón y veía con
mucho agrado, aquella casona celeste y blanca de estilo antiguo, que conservaba
el Chiclayo de tiempo atrás, que maravillaba mis ojos y soñaba con algún
momento ingresar a disfrutar de su encanto, pero por esos años no me atreví a
dar el paso.
A partir de mi inquietud
periodística, ya de joven decidí ingresar a visitar aquel lugar que robaba mis
miradas en mi mágica infancia, y para feliz coincidencia era el lugar que el
destino quería que sea, el Colegio de Periodistas. Como comprenderán una vez
que ingrese a este lugar nunca me desligue de él, durante mis años de formación
universitaria siempre lo visitaba, un gran aliado cuando tenía que resolver
alguna tarea algo compleja o que demandaba acudir a la historia, para eso
teníamos en la institución a Don Claudio Baquedano Reyes, gran amigo y toda una
enciclopedia del periodismo lambayecano, un símbolo del CPP; sería injusto
hablar de esta querida organización sin mencionar al mítico hombre de radio que
estuvo al lado del Colegio, buenos años de su vida.
Ya culminado mis estudios y
obtenido el título, decido formar parte de sus filas, gran emoción para mí y
para mi familia. El momento que recibí mi certificado que me acredita como
miembro del colegio y mi carnet de afiliación, fue uno de los momentos más
lindos en mi vida, me sentí muy feliz y el hecho de ver el rostro de felicidad
de mis padres, me hacía doblemente feliz; estaba siendo parte de aquella casa
que había sido parte importante de mi infancia. Un instante inolvidable que
vivirá por siempre en un lugar importante de mi corazón.
El 31 de Julio pasado, mi
casa, el Colegio de Periodistas – Consejo Regional Lambayeque; cumplió 31 años
de vida, justo mi edad, por coincidencia nací con el colegio. Momento para
reflexionar sobre lo que ha significado todos estos años de vida institucional.
Del trabajo de antaño, en defensa del desarrollo de los grandes proyectos de
Lambayeque, caso más representativo lo del Proyecto Olmos, la lucha de nuestro
Colegio, ha sido encomiable.
Mi homenaje, al recordar
esta fecha tan significativa, a quienes que con su prestigio personal, su
profesionalismo y liderazgo; condujeron los destinos de nuestra institución y subrayó
el gran trabajo hecho por Glicerio García Campos, cuya gestión fue la que
adquirió el local institucional y como registra la historia, nunca desmayó en
su intento por mantener la unión, fraternidad y trabajo, en pro del desarrollo
de la profesión del periodismo. Este homenaje, alcanza a mi maestro y amigo,
Hubert Limo Mendoza, quien siempre alzo las banderas del colegio, para defender
los intereses de Lambayeque, cuando se veía afectado.
Hoy, necesitamos y me incluyo
en ese propósito, darle mayor presencia institucional a nuestro espacio; pero
para ello necesitamos que las personas que tienen la responsabilidad de
orientar los destinos del gremio periodístico, tengan la capacidad de convocar
y unir voluntades, en favor del progreso de este importante gremio. Cada uno de
los colegiados, comenzando por su directiva, necesitamos tomar conciencia que
el trabajo; no es de uno o de dos, sino de todos. Para ello tenemos que mostrar
tolerancia con el que piensa distinto; ser capaces de pensar que el presente y
el futuro de la institución no pasa por preferencias de grupo o enemistades
personales, sino por el avance de nuestra noble institución.
Es hora que miremos a
futuro, que proyectemos al colegio como el gremio periodístico profesional,
comprometido con el desarrollo de sus miembros y con el desarrollo de su
departamento. Ese es el sendero que nos queda por seguir en adelante.
Necesitamos un Colegio profesional, que represente la voz del periodismo en su
ámbito donde funciona, en donde se pueda hacer realmente vida institucional, en
donde planteemos nuestras propuestas, discutamos nuestros puntos de vista,
respetemos nuestras divergencias, saquemos conclusiones y tareas definidas y en
esa interacción vayamos avanzando.
Las próximas gestiones,
necesitan de poner entre sus prioridades la capacitación de sus agremiados, el
periodismo es una profesión que necesita de constante preparación y de
permanente actualización y el colegio tiene que asumir ese compromiso. Es
evidente que no podemos hacerlo solos, por ello hay que tocar puertas, ahí
tenemos a las universidades que vía convenios de cooperación institucional,
podemos dar pasos adelante. A medida que hagamos más presente a nuestra institución,
en la vida laboral y académica de sus agremiados, lo haremos más atractiva a
las nuevas generaciones, que se forman en las escuelas de periodismo y
comunicación y que en ellos, recaerá el futuro de nuestro Colegio.
En este su 31 aniversario,
mi saludo al Lic. Oswaldo Echevarría, actual Decano del Colegio de Periodistas de
Lambayeque, sabemos de sus nobles propósitos, de lo que ha intentado
desarrollar, y de lo que ha realizado en bien del Colegio en circunstancias
algo adversas; la página web que tenemos hoy en día, es una muestra de ello. Pero
necesitamos de mayores esfuerzos y de darle el horizonte que merece.
*Licenciado en
Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfalla.com
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