Por: César I. Falla Figueroa*
Para ser sincero,
tenía que sentirme desconectado de este mundo para hablar de un personaje como
Cerati, tan único y tan especial y a su
vez (en su largo tiempo de sueño) tan recordado y tan esperado por todos. Un superdotado,
que en el trascurrir de su obra nos
enseñó las cosas
maravillosas de la vida. El amor, la ternura,
el cariño y algunos otros vicios; estos fueron uno de los valores que el mítico
rockero argentino imprimió en sus seguidores.
Quien diría que aquel
niño, nacido en el barrio de Barracas (Buenos Aires – Argentina), en agosto del
’59, que tenía como uno de sus pasatiempos dibujar cómics como Supercerebro
(similar a Superman); iba ser tiempo después congratulado como uno de los más
reconocidos músicos del rock iberoamericano, además de un connotado cantautor,
compositor y productor discográfico de nuestro continente.
En 1983, Gustavo
Adrián Cerati (voz y guitarra), junto
a Hector “Zeta“ Bosio (bajo y coros) y a Charly Alberti (batería), formaron un trio fantástico llamado “Soda
Stereo”; que paralizó la década de los ‘80, que fue como su época dorada siendo
con el paso del tiempo la banda más importante e influyentes de la música
latina. Nunca más repetible por otros grupos.
Parece que fuera ayer cuando la legendaria
Radio Panamericana transmitía año a año “La más más” a finales de los ´80, un
festival de música rock de aquellos, era infaltable ese tema que muchos lo
tenemos insertada en nuestro oído por siempre, me refiero a “Persiana Americana”;
una especie de culto a la mujer, muy al estilo Cerati. Una producción musical
que lideró el ranking de las radioemisoras del país y de algún otro programa
musical de la tele, durante varios años. Es probable que “P.A.” haya sido la
carta de presentación comercial más relevante del grupo latino.
“Te llevó para que me lleves” fue otro
producto artístico del generoso talento del cantautor gaucho. A nadie se le
ocurría exponer ante cámaras a su esposa, Cecilia Amenábar, con una “pancita”
bastante crecida, pero GC si se atrevió y se le veía mucho más linda de lo que
ya era, los resultados fueron más que satisfactorios. Tan naturales, como fue
la vida de Cerati entre nosotros.
El tema en mención reveló la complicidad del
músico argentino con la madre de sus hijos y le gritó al mundo, gracias a este
tema, el gran amor que sentía por ella, la madre de Benito y Lisa, sus dos
únicos hijos del genio; quienes hoy son los dueños absolutos del imperio Cerati,
el resto es historia que no nos compete.
A mi mente llega “Trátame suavemente”, un tema
que se ganó mi admiración al ahora
bautizado “Arquitecto de la Música” por otro grande Charlie García.
Letra en la cual hace referencia al rol afectivo de la mujer en la relación de
pareja. Una bella pieza musical propio de Soda Stereo y de su máxima estrella,
GC. “Telekinesis”, “Prófugos”, “Signos”, “Juegos de Seducción”, entre tantas
otras canciones que son imborrables en este recuento del pasado. Es injusto,
dejar de mencionar otros temas. Todos tienen un lugar y todos encierran una
historia de aquellos conflictivos años ’80, con sus pasiones, intensidades y
excentricidades o aquella inestable década del ’90, con sus característicos
vaivenes.
Un aspecto que llamó mucho mi atención como
entendido en aspectos de imagen personal e institucional, al leer la biografía
de Cerati y lo que significó la trayectoria de su sueño hecho realidad “Soda
Stereo”, es que sus integrantes eran muy exigentes en la construcción de su
imagen; cuidando detalles estéticos, el maquillaje, los peinados (vaya que lo
fue), sus puestas en escena y un detalle muy especial, el cuidado de la tapa de
los primeros discos.
Cuando converso con amigos, que varios son
gente que oscila entre 40 a 50 años y que varios de ellos, tuvieron la grandiosa
oportunidad de ver en concierto a Soda Stereo. Me cuentan que las colas para
ingresar al espectáculo eran infinitas. Ya para comenzar la jornada rockera el Estadio
“Elías Aguirre”, se mostraba abarrotado;
con una cantidad de público y expectativa sin parangon a otras veladas
artísticas. Era 1986, eran tiempos de la Sodamanía. Eran tiempos de la gloria
máxima de Cerati.
“Gracias Totales”, más que una frase de cierre
del concierto de despedida de la banda más famoso de América Latina; es un
mensaje de infinita gratitud a todas las naciones y a los diversos públicos, a
los cuales había llegado este sentimiento llamado Soda Stereo. Una frase que
quedó inmortalizada en cada uno de nuestros corazones y que se constituye en un
tributo sencillo pero maravilloso del artista para con su público.
Me hubiera encantado conocerte Gustavo. Tal
vez lo haga en la otra vida. Gracias por ofrecernos lo mejor de tu talento. Gracias
por ser más divertida mi niñez, ya que te seguí desde la infancia. Gracias por que
tu música está condenada a acompañarnos en todo momento. Gracias por tener la
madre que tienes, ya que a través de ella pude sentir en la tierra a la mía; es
exactamente lo que ella hubiera hecho si yo estuviera en cama, a un paso de
partir. Gracias por demostrarnos con tu labor artística, que si hacemos algo
extraordinario en este planeta podemos pasar a la eternidad.
Dicen que las almas nobles se van al cielo
temprano, Jesús las llama a su lado a gozar de su gloria y descansen de este
mundo que a veces suele ser muy ingrato y muy complicado para muchos y en la
cual no tenemos espacio. Estamos seguros que estas disfrutando de la gloria
divina Gustavo.
*Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
www.cesarfallla.com
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