Por: César I. Falla Figueroa*
Esta
pregunta me la formulé hace buen tiempo. Desde el inicio de mi carrera
profesional, he visto cómo ha ido avanzando el área de Comunicaciones, Imagen
Institucional y/o Relaciones Públicas.
Tengo que decir que su avance es interesante; de ser
un órgano, estrictamente dependiente de la Gerencia General o a la Presidencia
del Directorio a ser un órgano transversal a toda la organización.
Imagen Institucional (por poner un ejemplo) dejó de
ser el área encerrada entorno al Presidente del Directorio o Gerente General de
una empresa, para en la actualidad abrirse a todo el recurso humano de la
institución o empresa.
Pero esto forma parte de un proceso de largo aliento,
que ha ido “tomando cuerpo” en el transcurso de la historia de las
organizaciones y significa un paso adelante para su consolidación.
Considero como parte de este engranaje laboral, que
quien está al frente de esta área, exije diversas habilidades y competencias
que le permitan generar un lazo indesligable con la distintas áreas de la
organización, como puede ser: tolerancia, comprensión, simpatía y prospectiva.
Además del conocimiento traducido en su experiencia
laboral; tratando que en cada encuentro con los responsables de las áreas,
comprometerlos en temas concretos y que se sientan comprometidos con la
entidad.
Una competencia que amerita un punto aparte, es el trabajo
en equipo. Es menester que el relacionista público y/o el comunicador social,
cultive dichas competencias; ya que el éxito de su función depende del alto,
mediano o nulo nivel de coordinación con las demás áreas.
Esto se pone en mayor evidencia en activaciones, campañas
sociales, o encuentros institucionales que la organización desarrolla o donde es
invitada.
El trabajo en equipo es fundamental para la evolución
de la imagen institucional y/o de la comunicación social de una entidad y por
ende es muy oportuno que los colegios profesionales de periodistas y
principalmente, las universidades a través de sus facultades y/o escuelas de
comunicación, se han las llamadas a desarrollar las competencias adecuadas y
fortalezcan los principios y valores del ser humano.
Los profesionales de esta materia, tenemos que entender
y asumir de lo relevante de nuestra función; no podemos comportarnos como meros
fotógrafos, videoreporteros y/o redactores de notas de prensa.
El jefe de cualquier área de comunicación, tiene que
ser un entre proactivo, prospectivo y dinámico; que proponga planes y proyectos
trascendentales para la empresa, que este comprometido con la visión de la
empresa y que por ende coadyuve a cristalizar los propósitos de la institución.
Hay que apreciar que dichas áreas, son el puente entre
sus públicos objetivos, sus nichos de mercado, instituciones, empresas, redes
sociales, medios de comunicación y periodistas con los cuales nuestra
organización tiene que relacionarse y tenemos que estar a la altura de este
desafío.
Es un tema que requiere trabajo, planificación,
estrategia, tiempo, paciencia y poder de influencia para lograr este propósito.
Por todo
lo dicho, esta responsabilidad comprende tener una preparación académica y sobretodo
require de la expertiz para alcanzar los objetivos trazados.
Ya no se puede improvisar las encargaturas y
designaciones de jefes de imagen, por personas con experiencia periodística
práctica. Los tiempos han cambiado y necesitan de profesionales con experiencia
en su ramo pero primando los principios y valores que imprime en el alma
nuestra profesión.
Es sustancial que los agentes de comunicación,
participen de las reuniones de directorio o en aquellas donde se debaten los
destinos de la entidad, claro cuando sea oportuno; para sensibilizarlos sobre
los grandes temas que giran entorno a la organización y que cooperen, a través
de su función, a la solución de los problemas que se presenten.
El reto es inmenso, necesitamos tener mucha
voluntad para salir adelante en nuestra función. La presencia de los
comunicadores sociales en la empresa, va más allá de tener un título
profesional, tenemos que en el terreno de los hechos que demostrar todo lo logrado
en nuestra carrera profesional, en todo sentido; en lo personal, profesional y
laboral; recogiendo un tanto lo que dice, el periodista polaco Ryszard
Kapucinski: “Para ser un buen periodista, hay que ser una buena persona”.
Los colegios profesionales de relacionistas
públicos y periodistas a nivel de nuestro país y de América Televisión, tienen
que capacitar a sus agremiados que esten vinculados a esta labor. Los temas son
diversos, como por ej.: gerencia en comunicaciones, marketing, periodismo
institucional, periodismo informativo entre otros aspectos de este apasionante
ámbito. Ese es su trabajo y tienen que cumplirla a cabalidad.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación
Magister
en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com
Puedes ver este artículo en: https://migaceta.com/por-que-es-tan-importante-la-comunicacion-en-las-entidades-de-hoy/
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