Por:
César I. Falla Figueroa*
Estefanito es mi ahijadito. Tenía
un mes de nacido cuando lo conocí en mi querida Bagua (Amazonas / Perú), fue
una experiencia increíble. Pareciese que nuestra conexión fue de inmediata.
Llegó a mi vida, en un momento muy especial, por lo que atravesaba en aquella
época, tanto en el plano laboral, profesional y personal.
Lamento mucho no haber
podido estar en su cumpleaños de primer año, un momento lindo para todo ser humano
y que la pasó muy bien junto al amor de sus padres y de toda su familia. Me
hubiera encantado estar ahí, pero no fue posible. Pero sé que mi corazón estuvo
presente con él.
El nacimiento de Estefano
Gael, fue una bendición para su familia y también para mí. Considero que el
gran cariño que le tengo, se debe a que no tengo hijos a creo que mucho más se debe principalmente a la
ternura, a la bondad, a la inocencia y a la paz que interpreta su mirada y que contagia
a mi espíritu.
Estefanito, simpatiza con
los animalitos en especial con los perritos; trata de jugar con ellos y esto es
un signo de su identificación con ellos; que tal vez termine siendo una especie
de llamado de su vocación.
Estefanito simboliza aquella
experiencia personal que viví. Pero lo importante es que él para mi es presente
y futuro. Ambos tenemos por compartir muchos momentos de alegría y también el
compromiso de acompañarlo en los momentos de tristeza, y darle una palabra de
aliento cuando lo necesite.
Estefanito reafirmó una
razón más para seguir en el camino. Mi cariño hacia él ha traspasado cualquier
situación adversa que pude vivir y gracias a Dios, superar. Una de las cosas
que más deseo hoy, es volverlo a ver. Sería un gran regalo que Jesús y la vida
me puedan ofrecer.
Estefanito con su presencia,
me ha dado un motivo más de felicidad y un motivo más para que Bagua, su
ciudad, jamás se vaya de mi pensamiento. Su sonrisa, refleja una esperanza en
un mañana mejor y su energía, refleja la gran fortaleza que tiene en su alma y
corazón.
Agradezco mucho, la
confianza de sus padres para con mi vínculo con su pequeñito. En realidad los
considero mi familia. Su respeto y consideración, de ambos, lo valoro y lo
atesoro al nivel de dos seres que dieron vida a este angelito. Los admiro,
porque a pesar de su temprana juventud, tratan de salir adelante, unidos por
amor a su hijito. Les va a costar mucho, pero bien vale el esfuerzo.
Como me dijo un tío querido…
“tu presencia para él, va ser mucho más importante con el paso del tiempo,
cuando crezca”, claro, debido a que seré para él como un consejero, un amigo, un
guía para su vida.
Estoy dispuesto a
acompañarlo en los momentos de éxito y de fracaso en su vida. Contribuir a que
él construya su camino. A colaborar en cultivar en su existencia principios y
valores, que sean las bases de su desarrollo personal y social.
Quiero que Estefanito sea un
hombre de bien, que se ame y se valore, que se haga responsable de sus actos,
que ame y respete la naturaleza, que respete a la mujer y a los ancianos, que
sea solidario, que sea justo, que apueste por la verdad, que sea valiente, que
tenga muchas ganas de salir adelante, que honre a sus padres, que valore la
amistad, que sea un buen estudiante y que sepa que sin lucha no hay victoria.
Me encantaría que sea un
profesional pero más me encantaría que se forme en lo que le guste. Para que
sea un ser humano preparado para servir a los demás y por ende de provecho para
su sociedad.
Que Dios lo bendiga en todos
los pasos que vaya dando en su vida. Y el día que me toque despedirme de este
mundo; me encantaría ser una fuerza para él, que lo ayude a seguir avanzando.
¡Sigue adelante Estefanito!, ¡disfruta la compañía de tus padres y abuelitos
que te quieren tanto!, ¡disfruta la vida!
*Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Magister en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com
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