César Falla Figueroa *
Da la sensación que el sacrificio de Simon es
por su amigo, el presidente Alan Garcia.
Cuando se es interpelado un ministro, ocurre lo que se llama en política un desgaste y se tiene que renunciar. Eso Yehude Simon y Cabanillas, como políticos de “viejo cuño” lo saben, pero por razones de prepotencia, necedad y un pavor a la derrota política no fue así.
Gracias a la suspensión de los siete legisladores nacionalistas por espacio de 120 días, la censura no fue posible de concretarse. A pesar de todo lo impulsivo que puede ser, a Víctor Andrés García Belaunde no le falta razón al considerar a este gabinete “técnicamente censurado”.
Lo de Cabanillas y su defensa de la decisión que tomó el gobierno el 05 de junio en Bagua, puede entenderse; por la amistad de antaño con el mandatario, por lo que representa en el actual régimen, ex – ministra de Educación en el primer periodo de Garcia, ex candidata a la presidencia de la República, integrante de la Comisión política y actual congresista, pero lo de Simon realmente, por decir lo menos, es un poco complicadote asimilar, en términos prácticos no es su partido el que está gobernando, y así que sólo le quedaba asumir su responsabilidad que le corresponde como tal y dar un paso al costado antes de ocasionar una triste devaluación política que termine por deslucir el trabajo y las buenas intenciones en su gestión como presidente del gobierno regional de Lambayeque.
Las indecisiones de nuestro premier ante su posible salida del gabinete, sólo ha provocado por debilitar su posición política en la escena nacional, muy distante a la firmeza mostrada en su bastión lambayecano. Hoy se habla de la permanencia de Simon y Cabanillas en el gabinete, asumiendo sus mismas funciones y por rotación a otra cartera, respectivamente. Dejando de lado, aquella promesa mediática de dejar el ejecutivo.
Esto pone en evidencia un peligroso desafío de García a la mayoría del parlamento y a buena parte de la población, quienes creen que estos dos personajes perdieron la legitimidad y por ende la autoridad necesaria para representar a nuestro país en sus ámbitos de acción.
Las sugerencias y opiniones de destacados actores de la política nacional, de requerir un presidente del consejo de ministros independiente y/o sin compromiso electoral futuro, así como técnico y político, pueden esperar para este u otro gobierno.
Es que es difícil, diría casí imposible que una personalidad como la de García, autosuficiente, y vertical, considere como líder de su gabinete a una persona que por su propia capacidad “le haga sombra”, reciba sus propuestas y las ejecuta, pasando por encima de lo que él está convencido que está bien hacer, así este equivocado. El Yehude moderno, se ha robado el aprecio de García y sus adeptos, haciendo una cerrada defensa de las decisiones palaciegas, sin darse cuenta y haciendo gala de una ingenuidad poco comprendida, que está quemando su aspiración presidencial.
Hasta hoy, sólo se avizora la salida de Luis Carranza y de Mercedes Araoz, quienes por más belleza de la segunda, cometieron “el pecado mortal” de hacer cuestión de Estado para mantener los decretos legislativos amazónicos, quienes junto a Antonio Brack, pasaron desapercibidos en la crisis política que suscitó los terribles hechos en Bagua. Hoy recodamos que Araoz, fue quien manifestó que la derogatoria de dichas normas, ponía en riego el TLC firmado con Estados Unidos, poniendo por encima de los intereses de nuestras comunidades nativas un trascendental tratado, pero al fin de cuentas un documento de negocios.
Me da la impresión que el Apra, sabe de las demandas futuros nada fáciles de afrontar y resolver y es por eso que quiere abusar de la nobleza y la capacidad de diálogo de Yehude al punto de llevarlo al sacrificio y poner en alerta roja su imagen como político de dimensión nacional. Estoy seguro que para el presidente no sería tan complicado pedir la vuelta de Del Castillo, pero las ambiciones de poder partidario y el escándalo de las presuntas reuniones de Canaan con el connotado dirigente aprista en medio del escándalo de los petro – audios pueden más y es lo que detendría su reingreso a la PCM.
Otra de las razones fuerza, para mantener al “peregrino” Yehude en el gobierno, es los compromisos asumidos con diferentes comunidades, aún con cargo a resolver, así tenemos: las mesas de diálogo con los amazónicos y los casos de Andahuaylas y Canchis.
Es una lastima que el Jefe de Estado no haya asumido su responsabilidad política, que le corresponde y haya cargado topo el pasivo a Simon.
Veremos que resultado tiene todo esto, aunque por lo visto es nada promisorio.
No comments:
Post a Comment