Por: César I. Falla Figueroa*
Esto del Coronavirus a nivel mundial ha sido
una especie de nueva guerra mundial que nos ha hecho pensar en muchas cosas de
diverso tipo; en los planos personal, cristiano, social, político, económico,
educativo y hasta deportivo. Estar vivo, respirando y a salvo, por ahora, en
esta pandemia es todo un privilegio. No creo a ver exagerado en lo que expreso,
es real amigos. Hecho que me permite compartir con ustedes lo que creo son las
cosas que nos ha dejado esta “inolvidable” pandemia.
Considero que el Coronavirus ha dejado un
sistema de salud al desnudo con limitados equipos e implementos. Con una falta
de planificación para asumir una próxima pandemia, contemplando también un
pertinente plan de acción. Con médicos con contratos deprimentes, no apropiado
para un personal de salud de altas calificaciones.
Con peruanos que acuden a los centros de
salud y en medio de la propagación del virus les cierran las puertas,
quedándose sin atención y a su suerte o aplicándoles pruebas rápidas que no
sirven para nada, solo por salir del paso, actuando de manera totalmente
irresponsable.
Con un ministro de salud que “no sabe dónde
está parado”, que antes de que llegué el verdadero caos expresaba que ya
habíamos ganado el primer tiempo, comparándolo con un partido de fútbol, cuando
no habíamos ganado nada y recién comenzaba “con fuerza” la tragedia.
Con un Presidente de la República, cuyo
gobierno ha fracasado en la resolución de esta problemática, merced a su nula
capacidad de convocatoria, a su falta de liderazgo como máxima autoridad del
Estado, a su “modus operandi” de querer controlarlo todo con una política estatista,
que en la gestión de la solución de tremendos problemas como el que vivimos
está fuera de lugar y a su pobre y
limitado equipo de profesionales para afrontar esta crisis.
Con un gobierno que ha fracasado en la
entrega de los bonos y esto se debió además por la inoperancia del presente
régimen, es por lo pésimo que estuvo hecho el Censo Nacional del 2017 en el
gobierno del Sr. Pedro Pablo Kuczynski que
impidió identificar, de la mejor manera posible, los peruanos en pobreza y en
pobreza extrema, que finalmente estos grupos son los “más golpeados” por la pandemia del Coronavirus.
Con un país que se alista el 2021, a dar la
posta al próximo presidente de la patria. Con una economía destrozada que
costará muchísimo ponerla andar y con una deuda ante el Fondo Monetario
Internacional que empeña el alma de los peruanos y que será muy difícil
“honrar” dicho compromiso, sumado a que al momento de brindarte el préstamo, te
brinda una agenda con todos los puntos que el Estado tiene que asumir
estrictamente para mantener una calificación de
crédito que le otorgan las evaluadoras de riesgo internacional.
Con un desempleo que crece día a día más y
que si continuamos en ese rumbo podemos convertirnos en una próxima Venezuela,
cuya población ha migrado a otros países en búsqueda del pan para llevarse a la
boca. Con una ministra de economía que prioriza la agenda del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial, y que ha terminado siendo una escrupulosa
protectora de las grandes empresas, varias de ellas que le deben al país
Con un personaje como Richard Swing, que
acude al Parlamento Nacional, al paso de las mismas figuras de Holywood, con un
libreto que obedeció en distraer la atención de un congreso con la demostración
de certificados de estudios, que “solo Dios sabe dónde los ha conseguido” para
intentar argumentar que es correcta su designación en el Ministerio de Cultura.
Lo ocurrido es una falta de respeto, para la majestad de la institución del
parlamento nacional y para el Estado en su conjunto y falta el respeto, entre
otras cosas, al manifestar que solo se necesitan 25 años para ser parlamentario
y cuyos legisladores ni se inmutaron.
Es inadmisible, que un tipo del perfil de
Swing haya sido capaz de incursionar en un ministerio que debería ir al compás
de la promoción de valores y principios en su práctica política y de servicio a
los ciudadanos. Esperemos que las investigaciones pueden esclarecer los
presuntos hechos de corrupción, que los peruanos hoy señalamos con justicia.
Con policías que son los que están en la
primera línea de batalla sin mayor protección y sin que nadie les garantice (que
de morir) en esta gesta, sus familias recibirán una compensación como
corresponde, ya que muchos son cabezas de sus hogares.
Con un nivel de corrupción altísimo en el
aparato del Estado, que tan bien se ha hecho presente en esta pandemia del
Coronavirus en la compra de canastas, mascarillas, guantes y demás y que ha
impedido, una vez más, que se cumpla con lo ofrecido a la población (como
tendría que ser).
Con una generación (buena parte de ella) perdida
ya que merced al pésimo manejo de esta pandemia, por parte del gobierno, hemos
destruido sus sueños, sus emprendimientos, sus perspectivas laborales y
académicas que luego del presente estado de emergencia, será muy complicado
retomar. Es el gran pasivo que tiene nuestro país y es tarea del próximo
gobierno, trabajar duramente por ello.
*Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Magister en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com
Este artículo puedes verlo en: https://tugaceta.com/lo-que-nos-deja-el-covid19/
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