Expresión de Juventud

Expresión de Juventud
En una de mis actividades profesionales como comunicador organizacional, al servicio de mi país.

Saturday, June 06, 2020

La Decepción en el Ministerio de Cultura







               Por: César I. Falla Figueroa*


Cuando hablamos de Cultura y Moral podemos encontrar varios aspectos que los vincula y/o los hace inherentes el uno con el otro. El propósito de la cultura ha evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad, aunque el cuarto significado del término en mención, en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua la conceptualiza como: el resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales del hombre.

Por tanto, cultura tiene una íntima relación con la educación intelectual y moral; es decir la persona culta es la que incursiona en los más altos valores cultivados a lo largo de los años por las sociedades; por ello sostenemos que la cultura está muy comprometida con la formación cognitiva y sustancialmente con la formación moral.

En este análisis, una definición interesante de Cultura es la del antropólogo norteamericano Ralp Linton, es la conducta aprendida, y los resultados de la conducta que son trasmitidos de generación en generación por medio de las obras materiales, espirituales e intelectuales.

El impacto de la cultura en el proceso de enseñanza – aprendizaje es capital y está vinculado con los valores morales y de la educación. Quiere decir que la cultura que recibamos desde pequeños, será el comportamiento del individuo en su vida futura. Los valores morales, hábitos y actitudes están marcados por los tipos de cultura que predomine en un determinado ámbito social. Finalmente, podemos decir que la comunidad se fortalece cuando los cánones de conducta son positivos, donde los conceptos de responsabilidad, honestidad, honradez y civismo aterrizan en la práctica.

Tan es así, esta ligazón entre Cultura y Moral, que existe una concepción de Cultura Moral de Josep Puig Rovira, catedrático de la Universidad de Barcelona quien la concibe como una cualidad que caracteriza a las instituciones escolares y las convierte en espacios fundamentales de educación en valores, y que va caminando por dos sentidos: lo que se hace y los valores que encarna lo que se hace. Desde la perspectiva comunicacional, podemos decir que es la cualidad global de las instituciones que es la síntesis de su sistema de prácticas formativas y del mundo de valores que crean.

Luego de esta explicación, podemos entender mejor “el matrimonio” entre cultura y moral y por ende, llevándolo a nuestra realidad, lo determinante de los principios y valores muy en especial de la moral en instituciones públicas que tienen como centro al hombre y me estoy refiriendo a ministerios como el de Cultura que en estas últimas semanas se ha visto desdibujado, por decir lo menos, “gracias” al escándalo de Richard Swing motivada por su lazo afectivo con el Presidente de la República, Martín Vizcarra.

Ministerio que no solamente se ha visto manchado por los casos de corrupción sino también debilitado por la asombrosa cantidad de ministros que han pasado en el presente régimen, son 8 (contando con el actual); por el peso de la cartera ministerial tendría que ser una de las instituciones más sólidas del gabinete ya que no se tendría que ver enlodada con temas oscuros, a los que usualmente en otras carteras la negligente práctica de la política te lleva.

Pero volviendo al tema, por antonomasia los Ministerios de Educación y Cultura tienen que ser estandartes de buenas prácticas en favor de la construcción, la valoración y las manifestaciones del ser humano, de sus comunidades y de sus diversos colectivos sociales existentes. En donde toda actividad opuesta a dicha finalidad tendría que estar muy alejada de su accionar.

Hay que ser bien inconsciente, para exponer al Ministerio de Cultura al ojo público no por sus nobles acciones en concordancia con lo expresado líneas arriba, sino por actos de corrupción que a la larga terminan golpeando a la sociedad no solo artística sino en general, que explicita e implícitamente espera lo mejor de este espacio que de seguro ha ido impulsando las artes, pero que ha terminado por manchar su imagen con estos últimos hechos reñidos con los valores morales, valores que de manera imperturbable ha tenido que fomentar.

Pero no me quiero quedar en estos hechos, pienso que esto nos debe servir para corregir, sancionar y dar un paso adelante en este ministerio. Exijamos como ciudadanos, nuestro derecho a requerir instituciones a la altura de un país con una historia que honrar y sobre todo de un Ministerio de Cultura cuya gestión tiene que estar interiorizada y vestida de decencia y docencia.

Es momento que las instituciones y las personalidades influyentes en nuestra sociedad se pronuncien sobre lo ocurrido en esta entidad. Los peruanos que queremos lo mejor para nuestra patria, tenemos que decretar lo siguiente: “NUNCA MAS UN ACTO DE CORRUPCIÓN EN NUESTRO MINISTERIO”, parece una utopía, pero tiene que ser un estado real. Esto como parte de una nación en la que tenemos la responsabilidad de seguir construyendo pensando en el hoy y en el mañana. Al Ministerio de Cultura de nuestro país, tenemos la obligación moral de protegerlo y revivirlo para que sea protagonista de la tan ansiedad trasformación social que el Perú necesita.

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación
  Magister en Ciencias de la Educación
  www.cesarfalla.com


No comments: