Por:
César I. Falla Figueroa (*)
Cuando el ser humano, llega
a un estado de madurez interesante y por diversos motivos, no ha logrado
construir una familia; por decisión propia o por que las cosas se dieron así,
se presentan varios escenarios. Pero me voy a referir a uno de ellos que me
parece capital.
Los que nos ubicamos en esta
situación anhelamos tener una compañera de vida que comparta con nosotros
momentos cotidianos e importantes de nuestra existencia; sin ataduras, sin el
protocolo habitual del pensamiento de los recién casados y sin una relación
convencional con hijos y con las obligaciones que un documento exige.
Por encima de lo planteado, expongo
ello, respetando las decisiones que cada quien tome en su vida desde la óptica
de comunicador social y que alguna experiencia tengo por expresar en esta
materia.
Una compañera de vida es
aquella mujer que la manipulación no está en su diccionario, que no intenta
cambiarte porque resulta que le gustas tal y como eres, que comparte algunas de
tus aficiones y que respeta tu espacio de independencia.
Es la persona que no
intenta eliminar tus sueños y que en su defecto está dispuesta a luchar contigo
para hacerlo realidad, con el aliento y el empuje necesario para conquistarlo.
Es aquel ser que te ayuda a ser mejor persona y aquí algo especial a que deja
que tu felicidad siga su curso, así tú ya no seas parte de ese capítulo.
Una compañera de vida no es esa mujer que necesitas en tu vida
para atender ciertos intereses, sino aquella mujer que quieres en tu vida. Es
esa mujer con la que tienes un vínculo cómplice, una química mayor y en el que
confías plenamente.
Es aquella compañía que no es capaz de hacerte daño y tendrás la
garantía que “no te romperá el corazón”, puesto que todo está claro con ella.
Con una compañera de vida tendrás la oportunidad de cultivar una comunicación fluida
y asertiva; llena de empatía, tolerancia, comprensión, respeto y algo
fundamental la amistad.
Es oportuno señalar que no todos los compañeros de vida estarán
por eterna memoria con nosotros, algunos seguirán tus pasos por un tiempo,
cumplirán su misión en tu vida y partirán; pero su recuerdo será grato, como
una historia de amor que valió la pena vivir y no como la relación que tuviste
con una mujer tóxica que no te dejó nada en el alma y que marcó un retroceso en
tu vida.
A continuación comparto con
ustedes algunos ingredientes que nutren la relación con tu compañera de vida:
a) Escucha
Presta
atención realmente en lo que dice tu pareja y es ahí donde te darás cuenta de
lo que le sucedió hoy y por ahí habrá algo en que la puedas ayudar. O le fue
muy bien en el día y quiere compartirlo contigo. Escucha es sustancial por que
evidencia que la persona que está contigo te importa y que vas a estar ahí en
todo momento. Esta acción generará un vínculo más sólido.
b) Emociónate
Esto
se puede dar, cuando tu pareja la asciende en su centro de labores y ella te
comunica “la buena nueva”, ese es el momento para tomarle toda tu atención y
emocionarte con ella y compartirás ese logro a plenitud con la persona que has
elegido, a través de diversas maneras; como un beso, un abrazo intenso o
suscitar una cena especial que demuestre que disfrutas su éxito.
Como
su nombre lo dice, tienes que acompañarla en sus aficiones; así no sean las
tuyas. Valora el hecho que quiere compartir algo que ama contigo. Disfruta cada
instante que compartas con ella, pues cada momento que pasen juntos, la vida te
está regalando un recuerdo maravilloso.
c) Hazle cumplidos
Dile a
tu pareja lo bien que se ve con esa prenda que tanto te gusta que luzca.
Verbaliza así sea de manera reiterativa ese buen gusto al vestirse, de frente y
mirándola a los ojos. Ella va a valorar dicho gesto.
d) Verifica de vez en cuando su día a día
Como
parte del profundo amor que sientes por tu pareja. Para ella, mostrarte
interesado en lo que requiera en la cotidianidad de su vida, tendrá un valor
extraordinario. Detalles como enviarle un mensaje de buenos días y desearle un
día estupendo, tendrá una trascendencia en sus sentimientos.
e) Dile siempre que la amas
Los
seres humanos somos mortales y por ende tenemos la vida prestada. Es por ello
que, si lo sentimos con el corazón, no desaprovechemos la oportunidad de
decirle a tu pareja, siempre que la amas. Sentirlo y expresarlo es justo y
necesario.
f)
Comparte tus proyectos
Es
importante que ambos visualicen el futuro y que lo que aspiran a corto, mediano
y largo plazo, sea de una manera muy parecida.
g)
Gestiona los conflictos
Negocia
con el propósito de resolver los conflictos, buscando el bienestar de
ambos. Aquí no hay lugar para juzgar a nadie.
Espero consideres
estos aportes y tengas éxito con tu compañera de vida. Toma en cuenta que todo
es un proceso y requiere de un gran esfuerzo de ambos, para sacar adelante su
relación.
Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Magister
en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com
Puedes ver este artículo en: https://migaceta.com/la-companera-de-vida/
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