No podemos vivir desde el
miedo, esa fue una de las frases que escuché en la radio en un programa
matutino muy divertido hace poco y me hizo reflexionar respecto a la manera
como estamos viviendo los peruanos. Seamos francos, los medios de comunicación
llamados por los críticos en estos últimos tiempos “los miedos de….” son los
que contribuyen a esta psicosis colectiva en la que han convertido al “Coronavirus”
que mantiene a la población tensa, estresada, deprimida y muy mortificada,
claro, dependiendo de la situación económica en la que se encuentren cada una
de las personas y cada una de las familias. El virus existe, hace daño, nos puede
conducir a la muerte generando desgracia por donde va, pero si el miedo nos
acompaña a todo lado, no vamos a ir por buen camino.
Al respeto, investigando un
poco encontré que existe la Infodemia, un concepto utilizado por la
Organización Mundial de la Salud, para referirse a la sobreabundancia de
información falsa o maliciosa sobre la pandemia y su rápida propagación a
través de las personas y de los usuarios de las redes sociales. Esto formaría
parte de un conjunto de acciones por criminalizar, señalar o alimentar los
prejuicios para que la responsabilidad de la pandemia del Coronavirus sea de
alguna institución o de alguien. Y como todos sabemos, este agresivo virus viene
de fuera, producto de una condenable travesura gastronómica de un ciudadano chino
o quizá de un ataque bacteriológico como parte de un conjunto de acciones para alcanzar
la hegemonía del poder, dentro de una perspectiva geopolítica, sinceramente lo
segundo considero que es lo más sensato.
La Infodemia es nociva; puesto
que la rápida difusión de información falsa, fomenta miedo, desconfianza,
polarización, muy lejos de la solidaridad, empatía y de una respuesta propositiva
por parte del pueblo. Me da lástima el papel que vienen desempeñando los medios
de comunicación en la actualidad, no todos pero si la mayoría, informando de
noticias negativas todos los días. No solo me refiero a las redes sino fundamentalmente
a los canales de televisión y más aún los de señal abierta. Es realmente traumático,
levantarse y ver noticias desagradables que nos hacen sentir que estamos en un “callejón
sin salida”; muertes, violencia, capturas de peruanos que incumplen la
cuarentena, entre otras situaciones.
Considero que la prioridad informativa
de los espacios de comunicación ha pasado por un trabajo de concientización y
sensibilización respecto a las medidas de higiene que debemos tomar durante
esta pandemia con la necesaria distancia social, la actitud que tenemos que
asumir como habitantes de un país y de un planeta, al compromiso ciudadano que
debemos poner de manifiesto, la responsabilidad en el cuidado para consigo
mismo y con el otro y a los que nos debe conducir todo ello, o es que ha existe
un interés “no tan santo” de tras de todo ello. Esto no quiere decir, que
dejemos de lado nuestra labor fiscalizadora y de recoger las demandas de la
población y del propio personal de salud en cada uno de los hospitales.
Sabemos del poder de las
redes sociales y su influencia en todos los públicos en especial en los jóvenes
y adolescentes, he ahí lo delicado y preocupante del asunto. Ello tenemos que
combatirlo con noticias fidedignas, positivas que orienten y eduquen, que nos
deje un mensaje, una reflexión. Producidas con el objetivo de elevar la
condición humana y que la impulsen a tomar las decisiones correctas.
En nuestro país, el mensaje no
debió reducirse al famoso “Yo me quedo en Casa”, que en honor a la verdad, en
exceso, puede terminar enfermando, tanto o más que el propio Coronavirus. No
podemos ser tan simplistas en una situación que ha requerido por parte del
gobierno, de un mayor análisis socio- económico en la que los factores salud y economía
van de la mano y es donde la prevención se tenía que abrir paso. Para ello los
comunicadores de palacio de gobierno, de los ministerios de Salud y Educación, así
como del Instituto de Radio y Televisión del Perú tenían una ardua tarea por
desarrollar, buscando que la población tome conciencia de la dura realidad y de
cómo actuar.
Toda esta crisis ha generado
desempleo, desolación, incertidumbre y en donde al pobre lo ha hecho más pobre.
Desde nuestra trinchera, los comunicadores de profesión, con principios, con
valores y de corazón… tenemos la palabra.
*Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Magister en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com
Este
artículo lo puedes ver en: https://tugaceta.com/la-infodemia-y-la-pandemia-del-coronavirus/
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