Por:
César Ismael Falla Figueroa*
La cereza del pastel que
faltaba en este gobierno, tiene nombre y apellido Richard Swing; un personaje
pintoresco cuya personalidad no va muy en sintonía con la de un profesional que
aporte a la gestión de un Jefe de Estado o de algún ministerio. Sin duda este
es un desacierto más del Sr. Presidente Martín Vizcarra Cornejo. El vínculo con
este personajillo del espectáculo y el gobernante nacional, desde la campaña
presidencial de Pedro Pablo Kuczynski es más que evidente; el acompañamiento en
sus presentaciones públicas, su viaje a Canadá cuando Vizcarra era Embajador
(vestida como gira artística internacional) y su mediación con algunos espacios
televisivos para entrevistas, son razones poderosas para cuestionar al Sr.
Vizcarra por la aparición de Swing.
La intolerante contratación
de Swing, en el Ministerio de Cultura por “consultorías motivacionales” por la
generosa suma de 175 mil soles, sumado el conjunto de todas las que ha
realizado, ha terminado por ser un insulto a los miles de peruanos que no han
recibido ningún tipo de bono y ninguna canasta de parte del gobierno central y
de su municipio, respectivamente. Vemos a diario como las cámaras de los
programas matutinos captan a compatriotas que no tienen un medio para salir al
mercado en su afán de adquirir y preparar sus alimentos esenciales y sin
embargo este “sobreactuado” hombre del canto ha cobrado dicha friolera suma,
que desafía a la austeridad y a la decencia que debería de caracterizar a un
gobierno en plena crisis.
La Ministra de Cultura,
Sonia Guillen se ha mostrado lejana a la contratación del Sr. Richard Javier Cisneros
Carballido, a mi concepto, la ministra tuvo que saber de la contratación de
este supuesto artista es la titular del pliego y ante alguna irregularidad
sobre ella recae la principal responsabilidad. Pero considero que los que
tenemos cinco dedos de frente, sabemos que esto se ha debido a una presión
palaciega, por tratarse del amigo de su jefe.
La presencia de Richard
Cisneros, en un estado de emergencia en la cual al pobre lo ha hecho más pobre
es un insulto a la mayoría de peruanos. El Sr. Vizcarra debería, en nombre del
Poder Ejecutivo, pedir disculpas a la nación por esa contratación. Bastante
tenemos con este confinamiento que a nada bueno nos ha llevado. Somos segundos
en Sudamérica en cuanto a niveles de contagio. Sr. Presidente hasta ahora no
llegamos a la meseta, de la cual usted nos hizo mención ya hace más de una
semana. Con todo ello, no podemos admitir situaciones como las que he querido
compartir en este artículo.
El nuevo contrato de Swing,
ha sido suspendido; así lo refirió Leslie Urteaga, Viceministra de Patrimonio
Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura. Es una vergüenza,
admitir como un tipo como el susodicho, pudo estar tan vinculado con el Estado
y más aun con este sector, que debería exigir las más altas competencias
profesionales y la experiencia del caso, que la función amerita. Se sabe, por
investigación periodística (por tan solo poner un ejemplo) que Richard Cisneros
desarrolló “el servicio de ejecución de actividades motivacionales a través de
conferencias virtuales para mejorar el rendimiento laboral, personal y social
de los servidores”, charlas por lo que se le pagó la suma de 30 mil soles, el
pasado mes de abril.
Desde esta tribuna, saludamos
el gesto del Órgano de Control del Ministerio de Cultura, entidad que ha
iniciado esta semana una acción de control específico por dicha contratación.
Como sabemos los que hemos trabajado en el Estado, existe un documento por el
cual se estructura el perfil que exige determinado puesto, llamado “Términos de
Referencia”, y ¿qué paso con ello?, ¿puede más la influencia presidencial y/o
la cercanía con el entorno gubernamental, que la capacidad profesional?, son
preguntas que dejamos en el tintero.
Aun profesional sin ninguna
injerencia en el poder político que postula al Estado, se le exige muchas
credencias académicas, competencias y experiencias en su labor profesional,
para asumir un puesto de trabajo y muchas veces no logra la vacante, y sin embargo
al Sr. Swing se le brinda el trabajo, sin que nos dejen muy en claro a los
peruanos; las razones concretas por las que se hizo efecto su relación laboral.
El país necesita
transparencia en la gestión pública. Práctica de valores en el ejercicio
público como honestidad y justicia y con actos como el mencionado ahora, el
mandatario y sus ministros están muy lejos de predicar con el ejemplo. El
combate a la corrupción comienza por uno mismo, Sr. Vizcarra, más aun si usted
ocupa la primera magistratura del Estado Usted tiene que tener muy presente ese
principio.
Licenciado
en Ciencias de la Comunicación
Magister
en Ciencias de la Educación
www.cesarfalla.com