Por (*): César Falla Figueroa
Como en todo tema a tratar, es conveniente en principio ubicarnos en el tema, y por ello partamos por definir, que se entiende por violación y asalto. Violación es una relación sexual forzada con una persona que no ha dado su consentimiento recurriendo a la fuerza física, amenaza u otras artimaña, mientras que asalto, es un delito caracterizado por violencia contra las personas, generalmente con fines de apoderamiento ilegítimo (por ejemplo, asalto a mano armada).
Violación es un acto por naturaleza, violento y es muchísimo más común cuando se comete por parte de un hombre sobre una mujer, a pesar de que se han denunciado casos en los que a una mujer ha violado a un hombre.
La violación también puede ocurrir entre miembros del mismo sexo opuesto, lo cual tiene mayor prevalencia en instituciones que casi el 100 % de los asaltantes sexuales son hombres, de todos los niveles educativos, de cualquier nivel socio – económico, profesión o grupo étnico.
Aquí, cabe precisar que es absolutamente aceptado y probado que el silencio de parte de la victima de este monstruoso acto, al denunciar el hecho, constituye un camino sin salida, ya que si los niños, niñas y jóvenes se atrevieran a relevar y atender su trauma, en el futuro se pudieran dar la oportunidad de volver a vivir una vida normal.
Es una verdad irrefutable, que en nuestro país como en tantos otros, la violencia extrema se traduce en la ola de homicidios, suicidios, secuestros, robos, asaltos y violaciones, que suceden a lo largo y ancho del territorio nacional, sin solución inmediata posible.
Hay que reconocer la relación entre el uso de drogas y alcohol, un sentido de autoestima bajo, asaltos y la violencia sexual ya que esto forma parte de una cadena, difícil pero no imposible de controlar, convertida en un cáncer social que degrada a un considerable sector de la sociedad y que frena el desarrollo nacional.
Por el lado de las violaciones, truncando el futuro de la niñez y la juventud peruana, verdadero tesoro de la nación, apagando su sueños y llenando, muchas veces, de amargura el sentimiento y los corazones de cada uno de ellos. Así como, en cuanto asaltos, generando inseguridad e incertidumbre en la calidad de vida de la población peruana.
Los estudios nos dicen que más de la mitad de las víctimas de las violaciones son menores de 17 años de edad, por lo tanto, los padres necesitan información acerca de cómo proteger y educar a sus hijas y aprender más sobre la conducta sexual apropiada, aquí el Ministerio de Salud y Educación tienen aparte un rol que cumplir..
Por lo general, el victimario selecciona una mujer de la misma raza y casi en la mitad de las ocasiones la víctima conoce al violador al menos casualmente por trabajar, pertenecer al entorno de la potencial víctima o vivir cerca de él.
Según investigaciones, más del 50% de las violaciones suceden en la casa de la víctima cuando el violador irrumpe o logra entrar con falsos pretextos, como pedir el teléfono o haciéndose pasar por el hombre de mantenimiento o por un vendedor, bien por ser una persona cercana a la familia o en el peor de los casos por ser parte de la misma.
Con el afán de conocer cuando estamos frente a un caso de violación, se recomienda que la víctima se dirija inmediatamente al hospital, luego de la violación sin cambiarse de ropa, ni bañarse, con el propósito de someterse la agraviada a una serie de evaluaciones y análisis que permitan definir la situación y así tomar las medidas que corresponden.
Los tratados elaborados entorno a este tema nos dicen que los motivos, por que la negativa a denunciar estos hechos, son los siguientes: miedo a la venganza del agresor, miedo a la policía o a los procedimientos legales, miedo a que no les crean, miedo a la reacción de los demás, miedo a que los padres se enteren y por último a creer que no tienen las pruebas suficientes.
A continuación, razones por las que tu, si fuera el caso, debes denunciar un hecho de violación: tras recibir una agresión sexual es “natural tener miedo”, pero no dejes que el miedo y las amenazas del agresor te paralicen; es natural sentirse vulnerable tras recibir una agresión sexual, pero siempre contarás con familiares y amigos que te pueden apoyar y ayudar y debes tener en cuenta que tu testimonio es la prueba más importante para que una víctima de agresión sexual pueda reestablecer su vida.
Datos Importantes
Sudáfrica es un país con el mayor índice de violaciones.
Un tribunal italiano falló que no se puede condenar al hombre por violación si la mujer llevaba pantalones vaqueros, ya que, ella debió ayudar a desabrocharlos y por tanto consintió el acto.
Es frecuente que las mujeres violadas se culpen y la sociedad las empuje a ello de muchas maneras. Los agentes de la ley, la familia y amigos, se preguntan a veces porque la víctima no fue más precavida. Algunos se preguntarán porque no luchó contra su atacante.
Los consejos que se puede brindar a las jóvenes, sobre todo, al transitar las calles, a altas horas de la madrugada, a modo de prevención ante una violación o asaltos, son los siguientes:
Procuren caminar en grupo de amigas, amigos o familiares más cercanos.
Estar atentos ante cualquier eventualidad, circunstancia o contingencia que se presente en el camino.
Tener a la mano, algún número de teléfono de emergencia, acudiendo al teléfono público más cercano o manteniendo un celular activado, cuando el momento así lo exija.
Acudir al puesto policial más cercano para denunciar el hecho, de haberse concretado.
El Estado a través del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social y el Ministerio del Interior, por medio de la Policía Nacional, tiene la responsabilidad de establecer políticas de prevención frente a las violaciones y asaltos, que de resultados concretos en la reducción en la incidencia de estas dos acciones antisociales, a fin de que se apunte a un Estado firme, seguro y sano para todos.
Esfuerzo, que duda cabe, que forma parte de una estrategia comunicacional, social y de seguridad, sustentada en un esfuerzo, entre otras acciones, por establecer programas educativos, desde la escuela primaria hasta el centro de estudios superior, sea universidad o instituto, esfuerzo que debe ser articulado con el acompañamiento, vigilancia y pleno respaldo de toda la ciudadanía, representada en la sociedad civil.
Así como las persona desaptados con actitudes perversas y antisociales son,generadores de todo este cáncer social, del cual me referí líneas arriba; los medios de comunicación también son corresponsables de la propalación de la violencia como forma de vida, en la tarea infame de integrar a niños, adolescentes y jóvenes a la drogadicción, alcoholismo, prostitución y delincuencia, ese es un pasivo que los medios deben de asumir y tratar de enmendar la plana.
(*) Bachiller en Ciencias de la Comunicación
