Por: (*) César Falla Figueroa
El actual régimen ha creído conveniente promover la campaña nacional por la puntualidad. Pertinente iniciativa gubernamental propuesta en el Año del Deber Ciudadano que merece la atención de cada uno de los peruanos.
Pero antes de ir más allá de lo tratado, quisiera precisar ¿Qué entendemos por puntualidad, ustedes amigos lectores, por sentido común mencionaran que significado tiene este importante valor, a simple vista, se trata del acto de llegar a la hora correcta, pero creo positivo ver este valor desde otras dimensiones, mucho más amplias e enriquecedoras.
Podemos decir que la puntualidad es un habito, o mejor dicho una cultura que nos incita a educar y a reeducar y esto debe ser por cuenta de nosotros mismos y de nadie más.
Comencemos por nosotros, por el vecino, por el ciudadano, por el obrero, por el empleado y poco a poco este esfuerzo llegará a las altas esferas del poder (ministros, parlamentarios, presidentes regionales, alcaldes, entre otros). Además de la burocracia estatal (muchas veces ciega e indiferente a los patrones de conducta.
La puntualidad es una positiva acción ciudadana que alza la bandera del respeto por la otra persona y por el respeto si mismo.
El valor de la puntualidad traspasa las fronteras de la escuela, considero que es una práctica permanente en nuestra vida diaria, con la perspectiva de alcanzar satisfactorios niveles de civilidad.
Como verán este emblemático tema nos motiva a cambiar nuestro esquema mental, nos da pie a ver las cosas desde diferentes ángulos y espacios diferentes, no podemos seguir una sentencia moral en la que percibimos a la hora peruana como la hora después de tiempo, la hora del Perú, debe funcionar como reloj suizo, hoy el país más desarrollado social, educativa y culturalmente de Europa.
A propósito de este tema, es necesario reflexionar ¿Por qué ser puntual?, por que como jóvenes y ciudadanos agentes de cambio y activos actores de la transformación social, somos ejes fundamentales de la sociedad .
Recogiendo las palabras del psicoanalista, Máx Hernández, cuando precisa que una vez que los peruanos saboreen el beneficio de la puntualidad, se podrá asumir otros valores e ir avanzando hacia deberes más profundos, la lectura que me deja lo dicho por el profesional me llena de entusiasmo y nos dice que estamos en el camino adecuado y que el Perú, con este tipo de campaña sólo da un paso adelante.
Hay que saludar lo propuesto por el Ministerio de Educación, que a través de una resolución establece que se pondrá en práctica el inicio y culminación de la hora precisa para sus actividades internas.
Son varias las expresiones en pro de la campaña de la puntualidad, entre ellas podemos destacar “Respetos guardan respetos, el impuntual te ofende”, “Estímate, ni tardes, ni toleres la tardanza”, “Solo merece tu respeto quien te respeta, el impuntual te ofende “, donde podemos advertir que el valor del respeto es un tema transversal en esta campaña y la autoestima es un recurso siempre presente.
Saludo el esfuerzo del Acuerdo Nacional de Gobernabilidad que ha convocado y sumado las mejores voluntades a fin de sacar adelante esta jornada cívica que involucra a los actores de la vida nacional en la cual, inclusive los comunicadores tienen una responsabilidad capital.
La puntualidad es un valor clave para el éxito de los países en desarrollo y esperamos que en el Perú la promoción de la campaña de sus frutos y nos encamine por la senda correcta.
El actual régimen ha creído conveniente promover la campaña nacional por la puntualidad. Pertinente iniciativa gubernamental propuesta en el Año del Deber Ciudadano que merece la atención de cada uno de los peruanos.
Pero antes de ir más allá de lo tratado, quisiera precisar ¿Qué entendemos por puntualidad, ustedes amigos lectores, por sentido común mencionaran que significado tiene este importante valor, a simple vista, se trata del acto de llegar a la hora correcta, pero creo positivo ver este valor desde otras dimensiones, mucho más amplias e enriquecedoras.
Podemos decir que la puntualidad es un habito, o mejor dicho una cultura que nos incita a educar y a reeducar y esto debe ser por cuenta de nosotros mismos y de nadie más.
Comencemos por nosotros, por el vecino, por el ciudadano, por el obrero, por el empleado y poco a poco este esfuerzo llegará a las altas esferas del poder (ministros, parlamentarios, presidentes regionales, alcaldes, entre otros). Además de la burocracia estatal (muchas veces ciega e indiferente a los patrones de conducta.
La puntualidad es una positiva acción ciudadana que alza la bandera del respeto por la otra persona y por el respeto si mismo.
El valor de la puntualidad traspasa las fronteras de la escuela, considero que es una práctica permanente en nuestra vida diaria, con la perspectiva de alcanzar satisfactorios niveles de civilidad.
Como verán este emblemático tema nos motiva a cambiar nuestro esquema mental, nos da pie a ver las cosas desde diferentes ángulos y espacios diferentes, no podemos seguir una sentencia moral en la que percibimos a la hora peruana como la hora después de tiempo, la hora del Perú, debe funcionar como reloj suizo, hoy el país más desarrollado social, educativa y culturalmente de Europa.
A propósito de este tema, es necesario reflexionar ¿Por qué ser puntual?, por que como jóvenes y ciudadanos agentes de cambio y activos actores de la transformación social, somos ejes fundamentales de la sociedad .
Recogiendo las palabras del psicoanalista, Máx Hernández, cuando precisa que una vez que los peruanos saboreen el beneficio de la puntualidad, se podrá asumir otros valores e ir avanzando hacia deberes más profundos, la lectura que me deja lo dicho por el profesional me llena de entusiasmo y nos dice que estamos en el camino adecuado y que el Perú, con este tipo de campaña sólo da un paso adelante.
Hay que saludar lo propuesto por el Ministerio de Educación, que a través de una resolución establece que se pondrá en práctica el inicio y culminación de la hora precisa para sus actividades internas.
Son varias las expresiones en pro de la campaña de la puntualidad, entre ellas podemos destacar “Respetos guardan respetos, el impuntual te ofende”, “Estímate, ni tardes, ni toleres la tardanza”, “Solo merece tu respeto quien te respeta, el impuntual te ofende “, donde podemos advertir que el valor del respeto es un tema transversal en esta campaña y la autoestima es un recurso siempre presente.
Saludo el esfuerzo del Acuerdo Nacional de Gobernabilidad que ha convocado y sumado las mejores voluntades a fin de sacar adelante esta jornada cívica que involucra a los actores de la vida nacional en la cual, inclusive los comunicadores tienen una responsabilidad capital.
La puntualidad es un valor clave para el éxito de los países en desarrollo y esperamos que en el Perú la promoción de la campaña de sus frutos y nos encamine por la senda correcta.
(*) Comunicador Social
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