Juventud: ausente en la agenda regional.

Las Elecciones Regionales desde otra perspectiva.

Por: (*)César Falla Figueroa

Sin duda que el tema joven es el ausente en la presente campaña electoral, en anteriores ocasiones ya nos hemos referido al compromiso de la nueva gestión municipal con la juventud de cada uno de los puntos de nuestro país.

En esta oportunidad quiero abocarme a un tema igual de trascendente y de vital para el desarrollo de la patria, me refiero a la agenda regional para la juventud, agenda que actualmente viene siendo postergada por los aspirantes a encaminar el destino de los veinticuatro departamentos del Perú.

Es vergonzoso (no encuentro otro calificativo más exacto para definir tamaña indiferencia que durante la fría pero significativa campaña regional se puedan identificar imperdonables vacíos en cuanto a propuestas que a juventud compete.

Si bien es cierto ha existido lineamientos medianamente claros en otros sectores de la administración regional (salud, agricultura, cultura, turismo), esenciales para el bienestar de estos pueblos, no se ha dicho absolutamente nada, de que se tiene que trabajar con esta inmensa población, de grandes destrezas y habilidades.

Pero el pasivo de estos vacíos, no sólo debe ser asumido por los que pretenden liderar la conducción de los departamentos, sino de nosotros, los jóvenes, hasta hoy no se ha leído ni escuchado ningún sólo planteamiento, de lo que debe hacerse en el gobierno municipal ni regional que sume a favor de su propio progreso y por ende en busca de un futuro mejor, en esto tenemos que ser autocríticos y asumir lo que nos corresponde.

En honor a la verdad, en estas últimas administraciones municipales y regionales, no se ha visto mayor esfuerzo orientado a la juventud, creo que los candidatos deberían hacer un mea culpa y reflexionar entorno a este tema.

Pero no quiero sólo ser el agua fiesta de este periodo electoral, también quiero brindar, a usted, amigo lector, algunas precisiones que bien pueden ser de utilidad para los que se alcen con el triunfo, la tarde del diecisiete de noviembre.

La iniciativa de crear un Consejo Regional de la Juventud, debe tener vigencia, hoy más que nunca, más si la presidenta del Consejo Nacional de la Juventud (CONAJU), Judith Puente, ha expresado su público interés por conformar un Comité de Juventud encargado de articular políticas regionales y locales de juventud, propiamente dicha, es esa decisión política del gobierno central, la que debe primar y ser aprovechada por el próximo presidente regional, no hacerlo originaría un costo social irremediable.

El COREJU, está destinado a ser el espacio de reflexión ciudadana por excelencia, de nosotros, los jóvenes. Este Consejo descentralizado, tiene que tener como principal función diseñar la política regional de juventud del presente y con perspectiva al futuro.

De la mano con la creación del COREJU, una de las principales preocupaciones del Gobierno Regional debe ser la promoción de la juventud en el ámbito laboral (tema se sobre mortificante para los jóvenes de hoy), en alianzas estratégicas con las empresas privadas, involucrando a las Cámaras de Comercio de todo el país, instituciones muy cercanas al empresariado regional a fin de insertarlas al mercado.

Asimismo, impulsar la realización de talleres y seminarios permanentes de gestión empresarial, elaboración de proyectos y estrategias de marketing, con la finalidad que el joven puneño, ayacuchano, lambayecano, por poner unos ejemplos, tenga la oportunidad a partir de estas valiosas experiencias poner en marcha su propio negocio.

Una tarea sustancial que puede hacer realidad el flamante gobierno regional instalado el 2007, es el establecimiento de un Banco de Datos, en donde se almacene y sistematice los currículo vital de los jóvenes, información que se puede poner a disposición de la empresas y organizaciones que lo requieran (luego de una rigurosa revisión de los mismos), documento que deben ser avalados por estos gobiernos.

Otra de las medidas, creo, a tomar en cuenta por los entusiastas candidatos es de la gestación de Escuelas de Liderazgo, que convoque ampliamente a jóvenes talentosos y a los más destacados en cada uno de los campos de acción, ya sea el académico y social.

Y por último, dada las circunstancias, la próxima gestión del gobierno regional, está llamada a facilitar la apertura de sus áreas de trabajo para la realización de las prácticas profesionales, que a muchos de los jóvenes estudiantes de institutos y de universidades, le es difícil de encontrar, está acción se puede concretar, en convenio con estos centros.

Todas estas medidas están direccionadas a alcanzar la prosperidad de nuestra juventud que por su voluntad, dinamismo, optimismo y energía, estoy seguro no caerían en saco roto.

Espero de todo corazón que estas medidas sean escuchadas y recogidas en bien de las jóvenes y los jóvenes del Perú.

(*) Comunicador Social.

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