Por: (*) César Falla Figueroa
A pesar de la tristeza que nos causó la perdida de Valentín Paniagua, los peruanos por estas semanas nos sentimos fortalecidos por presenciar en carne propio lo que significó el ex presidente del gobierno de transición en la vida republicana del país.
Lo mejor de nuestro Perú, no precisamente está en la política, juicio ganado con creces por nosotros mismos, gracias a improvisados, tránsfugas, desleales, vividores e interesados, pero el sucesor de Belaunde en el partido de la lampa, con sobrados meritos, marcó la diferencia.
La decencia y la clase puesta de manifiesto en su corto pero sustantivo y decisivo periodo gubernamental, lo hizo distinto a los demás, sus cualidades personales, su don de gente, respetada trayectoria profesional y amplia capacidad de consenso fueron atributos fundamentales para su desempeño en la alta esfera pública, traducido en piezas claves en la conducción del segundo régimen acciopopulista.
Valentín fue de aquellos políticos que hizo carrera desde el llano hasta la cumbre, desde Presidente de la Federación de Estudiantes del Cuzco (aún joven aspirante a jurista de la Universidad San Antonio Abad), Presidente de la Cámara de Diputados del Parlamento, Ministro de Educación y de Justicia, Presidente del Congreso de la República, hasta la más alta responsabilidad política, Jefe de Estado.
Como no recordar las épocas difíciles por la que atravesó este volátil país episodios en que la dictadura destruía nuestra institucionalidad, la aparición del video Kuori – Montesinos en la salita del SIN, es en ese escenario en donde se hizo presente la figura imperturbable de Don Valentín, firme, patriota, concertadora y serena que se requería.
Este es un tiempo propicio para revalorar los esfuerzos hechos por este demócrata por reinstaurar el estado de derecho, junto a los desaparecidos Roberto Ramírez del Villar y Gustavo Mohme LLona, buscando una salida al clima dictatorial fujimorista, llegando a concretizar esta emblemática tarea, en el Pacto de Gobernabilidad refrendado a fines del ’90 por las fuerzas políticas de oposición, documento de suma importancia para la historia peruana que sirvió como antesala al Acuerdo Nacional de Gobernabilidad.
Las mesas de concertación de lucha contra la pobreza en el Perú fueron una de las obras más relevantes de Valentín Paniagua en su gobierno, espacio que permite dialogar, debatir y concertar sobre la situación de los pobres del Perú. Mensaje que nos daba a entender que su régimen se orientaba hacia una democracia participativa, más vertical, comprometida, corresponsable y ciudadana.
Algo que reconozco de él en esta ocasión es el buen criterio para designar a la mayoría de sus ministros, para ser sincero, se trató de uno de los mejores gabinetes de los últimos tiempos, el hecho de convocar a personalidades como Javier Pérez de Cuellar, Luís Inchaustegui, Carlos Herrera Descalzi, Susana Villaran, entre otros, habló muy bien de su entorno y de su habilidad para unir voluntades en bien del Perú.
Su entrega por el desarrollo de los jóvenes estuvo a prueba en todo momento, desde catedrático universitario hasta ser gobierno, predicando con el ejemplo, con su decencia, firmeza y loable educación, hace que hoy le rindamos un merecido homenaje, ¡Hasta Siempre, Señor Presidente!.
(*) Comunicador Social.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
fallacomunicaciones@gmail.com
Lo mejor de nuestro Perú, no precisamente está en la política, juicio ganado con creces por nosotros mismos, gracias a improvisados, tránsfugas, desleales, vividores e interesados, pero el sucesor de Belaunde en el partido de la lampa, con sobrados meritos, marcó la diferencia.
La decencia y la clase puesta de manifiesto en su corto pero sustantivo y decisivo periodo gubernamental, lo hizo distinto a los demás, sus cualidades personales, su don de gente, respetada trayectoria profesional y amplia capacidad de consenso fueron atributos fundamentales para su desempeño en la alta esfera pública, traducido en piezas claves en la conducción del segundo régimen acciopopulista.
Valentín fue de aquellos políticos que hizo carrera desde el llano hasta la cumbre, desde Presidente de la Federación de Estudiantes del Cuzco (aún joven aspirante a jurista de la Universidad San Antonio Abad), Presidente de la Cámara de Diputados del Parlamento, Ministro de Educación y de Justicia, Presidente del Congreso de la República, hasta la más alta responsabilidad política, Jefe de Estado.
Como no recordar las épocas difíciles por la que atravesó este volátil país episodios en que la dictadura destruía nuestra institucionalidad, la aparición del video Kuori – Montesinos en la salita del SIN, es en ese escenario en donde se hizo presente la figura imperturbable de Don Valentín, firme, patriota, concertadora y serena que se requería.
Este es un tiempo propicio para revalorar los esfuerzos hechos por este demócrata por reinstaurar el estado de derecho, junto a los desaparecidos Roberto Ramírez del Villar y Gustavo Mohme LLona, buscando una salida al clima dictatorial fujimorista, llegando a concretizar esta emblemática tarea, en el Pacto de Gobernabilidad refrendado a fines del ’90 por las fuerzas políticas de oposición, documento de suma importancia para la historia peruana que sirvió como antesala al Acuerdo Nacional de Gobernabilidad.
Las mesas de concertación de lucha contra la pobreza en el Perú fueron una de las obras más relevantes de Valentín Paniagua en su gobierno, espacio que permite dialogar, debatir y concertar sobre la situación de los pobres del Perú. Mensaje que nos daba a entender que su régimen se orientaba hacia una democracia participativa, más vertical, comprometida, corresponsable y ciudadana.
Algo que reconozco de él en esta ocasión es el buen criterio para designar a la mayoría de sus ministros, para ser sincero, se trató de uno de los mejores gabinetes de los últimos tiempos, el hecho de convocar a personalidades como Javier Pérez de Cuellar, Luís Inchaustegui, Carlos Herrera Descalzi, Susana Villaran, entre otros, habló muy bien de su entorno y de su habilidad para unir voluntades en bien del Perú.
Su entrega por el desarrollo de los jóvenes estuvo a prueba en todo momento, desde catedrático universitario hasta ser gobierno, predicando con el ejemplo, con su decencia, firmeza y loable educación, hace que hoy le rindamos un merecido homenaje, ¡Hasta Siempre, Señor Presidente!.
(*) Comunicador Social.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com
fallacomunicaciones@gmail.com
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