(*) César Falla Figueroa.
En una nación como el Perú, en vías de desarrollo, la alfabetización es una tarea educativa central, aún pendiente, puesto que por años, sin que hasta hace poco nadie coja el problema como suyo, este proceso educativo había sido postergado.
Pero antes de seguir avanzando, veamos que se entiende por alfabetización, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, se trata de enseñar a leer y a escribir a los analfabetos de un país. Si partimos de ese concepto, ¡hoy! el Estado se encuentra frente a un enorme desafío que requiere el decidido apon de todos y cada uno de los peruanos.
Como es de esperarse de un Jefe de Estado, el Dr. Alan García, ha llamado a todos los profesionales del país a sumarse a un trabajo voluntario en varios sectores, siendo uno de los más importantes el de educación, como área clave para salir del atraso en el que nos vemos sumergidos.
Para ello el ejecutivo ha desarrollado el Programa Nacional de Alfabetización, el cuál tiene la mirada puesta, fundamentalmente, en las zonas alto andinas de la patria, siendo estas las más olvidadas y cuyos pobladores han sido víctimas de la indiferencia y abandono de nuestro ineficiente sistema político.
Es saludable pensar que a través de este programa, nos demos la oportunidad de brindarles a nuestros hermanos de la sierra centro, la posibilidad de que cuenten con aspectos educativos básicos, que le sean útiles para su vida diaria, otorgándoles elementos que les permitan ampliar su horizonte y sus perspectivas, contribuyendo a elevar su calidad de vida, ofreciéndole el sueño de un futuro mejor para él y/o ella y su familia.
A mi criterio, este trabajo debe buscar concientizar a los pobladores sobre su rol y compromiso con el lugar en donde habitan, fomentando su participación protagónica en los destinos de su propia comunidad.
Como es lógico, el concurso de los estudiantes de educación de institutos y universidades es vital, ya que además del simbólico servicio al país que ofrecen, les va a permitir ganar experiencia, obra que los convertirá en actores de una significativa transformación social.
Creo oportuno que la convocatoria debe extenderse a los profesores retirados del magisterio, aprovechando sus valiosos años de servicio a la formación de educandos.
Este alentador programa gubernamental, tiene que ser producto de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Educación, los gobiernos regionales y esencialmente las municipalidades, como entidades más próximas al ciudadano, instituciones como la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, de real representación en el seno de la sociedad peruana, tiene un papel especial por jugar, estoy seguro que contaremos con ellos.
Finalmente, espero que el programa de alfabetización cuente con el financiamiento necesario, ya que se trata de una de las iniciativas más emblemáticas y urgentes de la actual administración.
(*) Comunicador Social.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com.
fallacomunicaciones@hotmail.com
En una nación como el Perú, en vías de desarrollo, la alfabetización es una tarea educativa central, aún pendiente, puesto que por años, sin que hasta hace poco nadie coja el problema como suyo, este proceso educativo había sido postergado.
Pero antes de seguir avanzando, veamos que se entiende por alfabetización, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, se trata de enseñar a leer y a escribir a los analfabetos de un país. Si partimos de ese concepto, ¡hoy! el Estado se encuentra frente a un enorme desafío que requiere el decidido apon de todos y cada uno de los peruanos.
Como es de esperarse de un Jefe de Estado, el Dr. Alan García, ha llamado a todos los profesionales del país a sumarse a un trabajo voluntario en varios sectores, siendo uno de los más importantes el de educación, como área clave para salir del atraso en el que nos vemos sumergidos.
Para ello el ejecutivo ha desarrollado el Programa Nacional de Alfabetización, el cuál tiene la mirada puesta, fundamentalmente, en las zonas alto andinas de la patria, siendo estas las más olvidadas y cuyos pobladores han sido víctimas de la indiferencia y abandono de nuestro ineficiente sistema político.
Es saludable pensar que a través de este programa, nos demos la oportunidad de brindarles a nuestros hermanos de la sierra centro, la posibilidad de que cuenten con aspectos educativos básicos, que le sean útiles para su vida diaria, otorgándoles elementos que les permitan ampliar su horizonte y sus perspectivas, contribuyendo a elevar su calidad de vida, ofreciéndole el sueño de un futuro mejor para él y/o ella y su familia.
A mi criterio, este trabajo debe buscar concientizar a los pobladores sobre su rol y compromiso con el lugar en donde habitan, fomentando su participación protagónica en los destinos de su propia comunidad.
Como es lógico, el concurso de los estudiantes de educación de institutos y universidades es vital, ya que además del simbólico servicio al país que ofrecen, les va a permitir ganar experiencia, obra que los convertirá en actores de una significativa transformación social.
Creo oportuno que la convocatoria debe extenderse a los profesores retirados del magisterio, aprovechando sus valiosos años de servicio a la formación de educandos.
Este alentador programa gubernamental, tiene que ser producto de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Educación, los gobiernos regionales y esencialmente las municipalidades, como entidades más próximas al ciudadano, instituciones como la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, de real representación en el seno de la sociedad peruana, tiene un papel especial por jugar, estoy seguro que contaremos con ellos.
Finalmente, espero que el programa de alfabetización cuente con el financiamiento necesario, ya que se trata de una de las iniciativas más emblemáticas y urgentes de la actual administración.
(*) Comunicador Social.
Email: cfallafigueroa@hotmail.com.
fallacomunicaciones@hotmail.com
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