Cajamarca y por fin!!! una luz en el camino…

Cajamarca y por fin!!! una luz en el camino…



 Por: César I. Falla Figueroa*

 Por fin!!! se abre el camino al posible entendimiento. Luego de la acertada invitación y pertinente participación como facilitadores de Monseñor Cabrejos y el Padre Garatea, en una primera reunión con Gregorio Santos; en el sano propósito de encontrar puntos de coincidencia para hacer efectivo el diálogo entre el gobernante regional y la sociedad civil de Cajamarca de un lado y del gobierno central de otro. Fue, sin duda, el mejor preambulo para dar paso a la sabia decisión del presidente Humala y sus asesores, de conformar una comisión del ejecutivo a fin de que se profundice en los temas que correspondan tratar.

En este clima de encontrar aspectos que puedan tranquilizar los ánimos, frenando una ola de violencia que nos aleja de toda solución; el paro de 48 horas organizado por las autoridades de la zona, desarrollado hace poco, es por decir lo menos desatinado y hasta inadmisible; puesto que tanto la autoridad regional como representantes del gobierno central, hacen esfuerzos (al margen de las responsabilidades que tendrá que asumir cada quien por los sucesos harto conocidos); finalmente por encaminar una solución y que esta sirva como a todos los peruanos en el sentido que escuchando al otro, hablando con franqueza y con la calma necesaria; se puede llegar a buen puerto.

Si en una cosa tenemos que ser enfáticos es en el hecho que ya no puede seguir siendo la mejor respuesta del gobierno, ante estos nefastos acontecimientos, los estados de emergencia. Es fundamental que ante desbordes de futuros conflictos, Ollanta Humala y sobre todo los próximos mandatarios tengan la voluntad política de afrontar este tipo de situaciones desde un primer momento y no esperar que los problemas se agudicen hasta producir derramamientos de sangre y muertes; como vergonzosa e irresponsablemente ha ocurrido.

Es inconcebible que la máxima figura política del gabinete, tenga un lenguaje confrontacional e intolerante. El Señor Valdez, tiene que entender que su cargo lo invita como demanda civica a estar al servicio de todos los peruanos y no de prejuicios ni consignas propias, que se podría pensar obedecen a intereses económicos externos, además que producen dividiciones entre peruanos y cierran puertas a todo proceso de acuerdo.

La muy posible contaminación de las lagunas, rios y pueblos de Cajamarca por el impacto que ocasionaría la ejecución del Proyecto Conga debe ser un tema de prioridad A1 en el marco del diálogo entre la representación regional y autoridades del gobierno de turno; tomando en consideración que la vida está por encima de todo.

Es sumamente importante que la comisión nombrada por el gobierno central, incorpore profesionales calificados en áreas elementales como: la antropológica, la de conflictos sociales, medioambiental, legal y económica; para que desde sus experiencias estos cuadros interpreten las demandas y pedidos de la población; así como la postura del régimen y de la propia empresa minera y que esto nos lleve a enrumbarnos en la solución definitiva del conflicto; que no cabe duda nos debe sensibilizar e identificar como peruanos. Dicha comisión debe conducirse con la suficiente capacidad técnica y con las responsabilidades que el destino nos pone como reto.

Es también necesario que el esperanzador proceso de diálogo se tome muy en cuenta que uno de los aspectos que está en juego, en este difícil panorama, es la dignidad, la defensa de la vida, el bienestar y el futuro; no solo de Cajamarca, sino de todo el país. Felices Fiestas!!!

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación.

 Email: cfallafigueroa@hotmail.com

El Libro de Felicitaciones

                                             Por: César I. Falla Figueroa (*)

         

El año pasado, casi todos los peruanos saludamos la aparición del Libro de Reclamaciones instrumento que sirve para frenar, de alguna manera, el abuso de algunos colaboradores que no son conscientes de la importante función que cumplen en cada una de sus organizaciones; con comportamientos que rayan con la ética laborar y que dan rienda suelta a quienes exhiben una pobre actitud hacia los clientes.

Esta comprensible desaprobación de los clientes hacia estos empleados, tenía una mayoritaria aceptación en el seno de la sociedad. En el pasado, hacer un reclamo para el usuario era considerado una pérdida de tiempo; el cliente era víctima de la “mecedora” más condenable que haya podido vivir. Lo tenían de un lugar para otro y de funcionario en funcionario. No existía una política seria de atención a reclamos, como la hay ahora.

Gracias a este procedimiento se ha dado la formalidad y eficacia que requieren diversos casos, como por ej. : la exposición en góndolas de productos vencidos, el maltrato verbal de un colaborador hacia un cliente, (en el caso de las entidades bancarias) la no llegada de estados de cuenta, los cargos indebidos, la duplicidad en los cobros, el cargo desautorizado de seguros, etc., etc.   

Pero si nos detenemos un instante a observar como se viene dando la dinámica laboral en nuestro país; apreciamos que el cliente se ha convertido en el “amo y señor” de la empresa: es quién decide que empleado se queda y quien se va, ¿Cuánto será su evaluación mensual en el trabajo? y hasta influye de forma determinante en las ventas que realice este.

Décadas atrás, no existía estos mecanismos de aprobación o desaprobación y la forma como se dirigían los trabajadores o los servidores de las áreas de atención al cliente era de la manera más familiar, cordial y educada posible; hay que ser hidalgos en reconocer que existían excesos pero a esto le ponía punto final el dueño de la empresa, hablando en los mejores términos con el autor de la falta y asunto arreglado.

Por estos tiempos da la impresión, mejor dicho, es una realidad palpable que nuestro futuro en la empresa, depende del cliente y esta muy bien que sea así, pero no debemos caer en cuestiones desproporcionadas; ya que nos dejaríamos llevar por subjetividades y faltas de criterio que solo llevaría retirar a personal de primer nivel de las empresas y a propiciar una falta de liderazgo, casi mortal, para los intereses de la organización.

Ante estas circunstancias, creo pertinente proponer la creación de un Libro de Felicitaciones que sirva de contrapeso al libro de reclamaciones y valore el esfuerzo de muchos ejecutivos y colaboradores en aquellos “momentos de la verdad” frente a los clientes.

De este modo estaremos motivándolos, elevando su autoestima, ayudándolos a creer en ellos mismos y por ende a crecer y desarrollarse dentro de la organización. El Libro de Felicitaciones debe ser el espacio donde los clientes puedan expresar su satisfacción por tan brillante atención (que las hay!) y destacar el trabajo sostenido de colaboradores que aspiran a más.

Sin duda, una agenda pendiente para las jefaturas de Recursos Humanos, para el Congreso de la República y para el propio INDECOPI en el afán de promover buenas prácticas laborales que fomenten la calidad y el merecido reconocimiento por el excelente desempeño.


  *Licenciado en Ciencias de la Comunicación.

Conga: La Historia de un gobierno convertible

Conga: La Historia de un gobierno convertible


                                                  Por: César Falla Figueroa*

La falta de un franco espíritu de diálogo de parte del gobierno central ha hecho que una de las últimas crisis del presente regimen propiciada por la ejecución del Proyecto Conga, no tenga visos de solución y por el contrario se agudice, siendo el principal perjudicado de todo esto el pueblo de Cajamarca.

Los hechos de violencia ocurridos el pasado, 03 de julio en el que se produjeron 03 muertes y más de 30 personas heridas; lamentablemente desnuda el real rostro del gobierno, sí aquel que ayer estuvo a favor de la revisión y renegociación de los contratos del Estado con empresas privadas y que hoy, se muestra de espalda a los sentimientos y a las demandas ciudadanas de los hermanos cajamarquinos y de otras partes del país; que ven en riesgo el más sagrado de sus recursos naturales, el agua.

Pero en esta gris historia, tiene responsabilidad compartida las autoridades regionales y la sociedad civil de la zona; no se puede hacer frente a la intransigencia ni a la política de oidos sordos del gobierno con violencia. El presidente regional Gregorio Santos; como máxima autoridad del pueblo cajamarquino, no puede azuzar a la población a protestar a niveles de generar el caos, por más justos petitorios y reclamos que se sostengan.

Santos, está muy bien en su tarea de defender uno de sus principales recursos naturales; pero por ningun motivo puede ser co - protagonista de un baño de sangre que solo llena de vergüenza, por todo lo vivido, a los peruanos de cara al ámbito internacional y más aun la consecuencia de atraso y pobreza muy perjudicial para nuestra gente.

Gregorio Santos y buena parte de Cajamarca tienen derecho a la protesta, pero no ha ser de esto, un campo de batalla.

Lo ocurrido en la provincia de Celendin, revela tambien la característica prepontente y autoritaria de un Presidente del Consejo de Ministros que más allá de priorizar los intereses de una población que exíge lo suyo; apuesta por prevalecer el interés económico de un grupo mínero que solo le interesa acrecentar sus utilidades, que dicho sea de paso, hoy registra más de 600 millones de dólares; y vayamos a saber… si garantizará el recurso hídrico que requieren los hermanos de la sierra de nuestro país; a solicitud del presidente Humala.

El Gobierno del Sr. Oscar Valdez, de Roque Benavides, de Humberto Speziani y de unos cuantos más; se escudan en la viabilidad de un cuestionable proyecto que le da el salvoconducto al poder central y a este poderoso grupo económico; me estoy refiriendo a la Compañía de Minas Buenaventura de propiedad de los Benavides, cuyo proyecto Conga es compartido con la empresa Newmont Minig; de poner en marcha un proyecto, quizas el más polémico de todos.

Pero como se viene dando el curso de esta crisis, suponemos que las movilizaciones continuaran y esperemos por nuestro Cajamarca y por nuestro Perú querido; llegue la calma en la medida que el gobierno central con Ollanta Humala a la cabeza  convoque formalmente al diálogo con voluntad sana, con las cartas sobre la mesa y conciente de su responsabilidad histórica; a fin de poner coto a los abusos de un lado y a la violencia de otro.

Todas las instancias del Estado, tienen su tarea. El propósito fundamental no creo que sea apagar el conflicto, como muchos dicen; sino ir mucho más allá y fijarnos una negociación clara entre el Estado (por que los gobiernos regionales son parte del Estado) y las empresas mineras, con el objetivo de encaminarnos al verdadero desarrollo; priorizando la agenda de las comunidades marginales del país que más lo necesitan y su bienestar, si así realmente lo quieren.

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación.